El Gobierno pretende adelantar el horizonte del sueldo mínimo de $500 mil, luego de alcanzar un acuerdo por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en el marco de las negociaciones por un nuevo ajuste al salario mínimo en el país.

De acuerdo con lo pactado, el sueldo mínimo en el país, que actualmente es de $410 mil, irá subiendo gradualmente hasta alcanzar la meta en julio de 2024, cuando inicialmente la administración de Gabriel Boric pretendía lograr ese objetivo a finales de su mandato.

El acuerdo, que se traducirá en un proyecto de ley que deberá aprobar el Congreso con miras al reajuste de 1 de mayo, contempla un primer incremento para llegar a $440 mil y luego saltar a los $460 mil en septiembre y, finalmente, llegar a los $500 mil en julio del próximo año.

Sumado a ello, se acordó efectuar un reajuste automático del ingreso mínimo mensual conforme el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que se registre entre los meses de julio y diciembre de 2024 y que se concretará en enero del 2025.

Igualmente, sólo en el caso de que el IPC acumulado durante 2023 supere el 6%, se realizará un alza previa de $10 mil el 1 de enero de 2024, quedando el salario mínimo en $470.000 en dicha fecha, para luego continuar con la gradualidad antes mencionada.

"En el caso de las pymes vamos a contemplar una ayuda para que puedan absorber el costo del incremento del ingreso mínimo, tal como ocurrió el año pasado. Esto lo va a trabajar el Ministerio de Economía con las organizaciones del sector", dijo el titular de Hacienda. Sin embargo, sus palabras no hicieron eco en estos grupos.

Reacción del mundo pyme

Ante esto, voces del mundo de las pequeñas y medianas empresas criticaron el acuerdo, a través de una declaración conjunta de la Multigremial Nacional, Conapyme y la Asech. "Este anuncio implica un cambio de las reglas del juego al desconocer el cronograma pactado previamente entre el Gobierno y las empresas de menor tamaño, que contemplaba un alza escalonada del sueldo mínimo", señalaron. Por lo mismo, lamentaron que "ahora, por razones aparentemente políticas, ese proceso se vea alterado".

"Nuevamente el Gobierno deja a las mipyes fuera de la definición de sus políticas públicas, siendo impresentable que el interlocutor designado por ellos para determinar el monto del ingreso mínimo sea la CUT, que en los hechos representa a trabajadores públicos y no a los de mipymes", recalcaron.

En esa senda, aseguraron que el anuncio "afecta a las micro, pequeñas y medianas empresas, y también al 27,3% de trabajadores informales que se les dificulta aún más formalizarse, así como al 8,4% de los desocupados que buscan trabajo y que ahora les será más difícil conseguirlo". Según las organizaciones, alcanzar un sueldo mínimo de $500 mil a julio de 2024 implica un alza de 22% nominal en 15 meses.

Sobre eso, los gremios lamentaron que el Gobierno "se empeñe en hacer zancadillas al Banco Central y desmerecer su esfuerzo por controlar la inflación". Por último, las organizaciones definieron como prioridades que se genere un pacto laboral amplio, el que incluya -por ejemplo- el 6% de pensiones y que se combine con subsidios al sueldo mínimo y con el Ingreso Mínimo Garantizado.

Por su parte, el presidente de Convergencia de Gremios Pymes, Eduardo del Solar, indicó que "no se puede llegar a un acuerdo de esta naturaleza, tan importante, a espaldas de las empresas de menor tamaño, ya que es dejar fuera a un actor que va a resultar impactado de forma significativa por la medida y puede tener efectos indeseados en el empleo".

Por lo mismo, aseguró que "anuncios de este tipo erosionan las confianzas con el Ejecutivo, porque para definir el salario mínimo, solo se considera a una de las partes, que en este caso es la CUT, pero se excluye sin ningún motivo a las pequeñas empresas, desconociendo nuestros planteamientos".

Asimismo, el representante gremial expuso además la "contradicción de un Gobierno que se ha autoproclamado pro pyme, pero las medidas que adopta van en contra de las pequeñas empresas, impulsando iniciativas que en su conjunto no atienden la realidad de este sector, ya que también hay que considerar la ley de 40 horas, la reforma tributaria que continúa impulsando el Ejecutivo y la reforma previsional, por mencionar algunas".

"Se trata de un nuevo desprecio del Gobierno hacia las pymes, que no podemos seguir aceptando, por lo que representan las pequeñas empresas para el desarrollo del país y por el impacto negativo que un reajuste acelerado del salario mínimo tendrá en la estabilidad de las pequeñas empresas y la generación de empleos", puntualizó.