Hoy, viernes 13, es considerado un día de mala suerte. Esto se debe a la combinación del número 13, asociado a la mala fortuna en muchas culturas occidentales, con el viernes, una jornada cargada de connotaciones negativas en diversas tradiciones religiosas. Esta creencia es especialmente popular en países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia.

En el cristianismo, el número 13 está vinculado a la Última Cena, donde participaron 13 personas, incluido Judas, quien traicionó a Jesús. Además, Jesús fue crucificado un viernes, lo que refuerza la asociación de este día con tragedias. Por su parte, en la mitología escandinava, Loki, el dios del caos, fue el invitado número 13 en una cena en Valhalla, lo que desató el desastre. Otro evento que alimenta el simbolismo negativo del viernes 13 es la ejecución de los caballeros templarios, llevada a cabo un día como este.

En Chile, sin embargo, la percepción es distinta. Una generación marcada por los años 80 relaciona este día con la saga cinematográfica Viernes 13, protagonizada por el icónico personaje Jason, más que con cualquier superstición histórica. Aquí, el día de la mala suerte es el martes 13, una tradición heredada de la cultura española.

El refrán popular "En martes, ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes" resume esta superstición. Pero, ¿por qué estas creencias persisten? La respuesta podría estar en la necesidad humana de controlar lo desconocido. La superstición ofrece un mecanismo psicológico para reducir la ansiedad frente a lo incierto, brindando una sensación de control.

Muchos evitan realizar actividades importantes, como firmar contratos, casarse o viajar, un martes 13. Para algunos, es motivo de bromas; para otros, una preocupación genuina. Estas fechas son un ejemplo claro de cómo las tradiciones y creencias culturales se perpetúan, combinando influencias históricas, religiosas y sociales.

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Autor: Máximo Martínez Campos