Frente a buena parte de los más de 60 mil efectivos del país, el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, llamó a cuidar la Ley Naín-Retamal, que exime a los funcionarios de responsabilidad de panel al usar su arma de servicio ante un ataque a su integridad o la de terceros.

El jefe de la policía uniformada lo expresó durante un encuentro en la Segunda Comisaría de Coquimbo, que se centró en destacar la aceptación general que la institución mantiene en la actualidad, al ser algo que no experimentaba hace años.

"La Ley Naín-Retamal es una ley que tenemos que cuidar. Y aquí quiero hacer un punto bien importante: es una ley que debemos cuidar, porque no es una norma que signifique que podemos hacer uso de las armas en forma indiscriminada. No, tienen que darse las condiciones necesarias para hacerlo", subrayó.

Desde su promulgación -acelerada por el crimen del último mártir de Carabineros, Daniel Palma-, la norma ha permitido que algunos efectivos acusados de apremios ilegítimos o intento de homicidio durante el estallido social fueran absueltos, "efecto dominó" que es seguido atentamente por la institución.

Por lo mismo, Yáñez resaltó que "la ley por sí misma es un cambio de paradigma frente a cómo hoy el Sistema Procesal Penal ve la actuación del carabinero.

Se parte del supuesto que lo hacemos bien, porque ese es el interés y es la voluntad, como lo han dicho los carabineros que se han enfrentado a estas situaciones", y aseguró que "ningún carabinero se levanta en la mañana con la intención de hacer uso de su arma de servicio. Eso da cuenta del profesionalismo".

A la vez, reflexionó que "las lecciones aprendidas permanentemente deben hacer darnos cuenta de por qué en algún momento fuimos tan deslegitimados".

El general director cerró su intervención dando cuenta de la creación de un departamento que acompañará a las familias de los carabineros fallecidos en servicio.

POSTULACIONES A LA INSTITUCIÓN AUMENTARON 144% EN UN AÑO

Pero el punto de su alocución que más llamó la atención de los presentes fue cuando hizo notar un aumento en las postulaciones a las escuelas de formación, revelando que "en mayo de 2022 hubo 289 inscritos y en el año actual van 2.499 jóvenes a este mes", lo que equivale a 765% más interesados.

Según Yáñez, lo anterior se relaciona con dos factores: la aprobación de Carabineros llegó al 83%, la más alta desde 2015, y la modificación de los requisitos para postular en abril pasado, que abren las puertas a quienes, por ejemplo, tienen tatuajes -salvo en el cuello, manos y cara-, miden desde 1,60 metros y están dentro del rango etario de 18 y 30 años.

El aumento en las inscripciones también se refleja en la cifra anual de postulaciones: entre enero y mayo de 2022, 1.798 personas quisieron ingresar, mientras que en el mismo periodo de este año la cifra se elevó a 4.393, lo que implica que el interés subió en un 144%, quebrando una tendencia a la baja que inició tras el estallido social.

De acuerdo al coronel Gabriel Guerrero, jefe de Reclutamientos y Selección de Carabineros, entre quienes solían ser excluidos por los antiguos requisitos hay personas que "vienen del Servicio Militar y también de otras entidades de educación, pero les atrae el querer ser parte de una institución cada vez mejor valorada, que entrega estabilidad".

"Según las proyecciones que tenemos, esto seguirá creciendo, lo que nos pone muy orgullosos, porque da cuenta de que lo estamos haciendo bien", añadió el oficial, pues se prevé que terminado el 2023 llegarán a los 9.000 postulantes, número que supera con creces las 1.200 plazas anuales que disponen.