Crónica
Social
Salud
09/03/2023
El exceso en el consumo de comida rápida se suele vincular a la aparición de problemas de salud como la obesidad o la diabetes. Sin embargo, poco se sabe de la relación que hay entre la ingesta constante de este tipo de alimentación y el desarrollo de hígado graso no alcohólico, también conocido como esteatosis hepática.
Ésta es una afección que se produce por la acumulación de grasa en el hígado y que puede derivar en cirrosis y en cáncer hepático. De hecho, en países como Estados Unidos, ésta es ya la principal causa de trasplante de hígado.
Según un artículo del diario "El País" –que cita los resultados de un reciente estudio publicado en la revista científica "Clinical Gastroenterology and Hepatology"–, las personas con obesidad o diabetes que consumen el 20% o más de sus calorías diarias en comida rápida presentan niveles muy elevados de grasa en el hígado en comparación con quienes, en la misma condición, consumen menos cantidad o nada de "fast food".
Pero la población general también presenta mayor grasa en el hígado cuando basa al menos la quinta parte de su dieta en ese tipo de alimentos, si bien el alza es más moderada.
"Los hígados sanos contienen, per se, una pequeña cantidad de grasa que por regla general representa menos del 5%. Sabemos que incluso un aumento moderado de esos niveles podría conducir a la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Nos sorprendió especialmente el aumento severo de la grasa hepática en personas con obesidad o diabetes", explica la hepatóloga Ani Kardashian, de la Universidad del Sur de California, autora principal del estudio.
La investigadora afirma que estos hallazgos son "particularmente alarmantes", considerando que el consumo de comida rápida ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, en personas de todos los niveles socioeconómicos.
Rocío Aller, especialista en Aparato Digestivo del Hospital Clínico de Valladolid, comenta que el hígado graso no alcohólico ya es la principal causa de cirrosis en España, por encima incluso del consumo de alcohol. "Es un tema de salud pública de primer nivel", sostiene la experta. Para Giuseppe Russolillo, presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética, dado el panorama actual, lo lógico es que los casos de hígado graso no alcohólico repunten en los próximos años.
"La población se está volviendo más sedentaria, estamos comiendo más alimentos procesados y ultraprocesados, el precio de los alimentos frescos y de temporada se está encareciendo... Si nada cambia, caminamos hacia un aumento importante en la incidencia de patologías como la obesidad, la diabetes tipo 2 o el hígado graso", advierte el nutricionista.