Perro y amo fueron enterrados juntos en Angol tras morir con dos días de diferencia

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29/07/2021


Una bella historia de amistad entre una persona y su perro conmueve a la comuna de Angol por estos días, debido al desenlace que tuvieron los hechos. Se trata de Manuel Illanes, un carabinero jubilado y dueño de un colectivo, y su perro "Canito".

Todo comenzó en 2007, cuando una funcionaria del Hospital de Angol le regaló un perrito a Drágica Carrasco, esposa de Illanes, Desde ese punto, Manuel y "Canito" comenzaron a crear un fuerte lazo de amistad: Salían a pasear por todos lados, el perrito recibía todas las caricias y "regaloneos" posible, y ambos se obsesionaron el uno para el otro: "A veces 'Canito' se quedaba mirando al papá durante diez o quince minutos sin despegarle los ojos. Sentía como una especie de fascinación por él", comentó Jeanette, hija del ex funcionario policial.

Los dos crearon un lazo indestructible por 14 años, guardando lindos recuerdos que serán atesorados por su familia. Con el correr del tiempo, Manuel Illanes fue diagnosticado de una insuficiencia renal, siendo sometido a constantes diálisis.

Lamentablemente, su salud fue empeorando paulatinamente: "Y ahí era cuando mi papá le decía a 'Canito' que al morir tenía que irse con él, aunque fuera a los pies", recuerda la familia. Paralelamente, "Canito" también se enfermó, comentó la hija de Illanes: "Comenzó a retener líquido" y le hallaron una serie de patologías pulmonares y cardíacas. Cuando su amo cayó en el hospital, el estado de salud de la mascota comenzó a decaer.

El día que falleció Manuel Illanes "Canito" comenzó a extrañar a su amo: "El perrito sabía lo que había pasado, lo esperaba daba vueltas afuera, iba y venía de un lado a otro, muy inquieto. Al segundo día fui a la iglesia para el velatorio y cuando volví estaba muerto. Cayó al lado de la reja que da a la calle", reveló Jeanette.

Durante el responso llevado a cabo en la Iglesia San Francisco de Angol, dos ataúdes descansaban juntos: Eran Manuel y "Canito", ni cuya muerte los pudo separar.

La familia sorprendida ante tal acto del más puro amor, solicitó a la administración del cementerio de la comuna si podían ser enterrados juntos, como expresó el último deseo de Manuel.

Y así fue. Hoy, Jeanette y Drágica recuerdan con mucho pesar la bella historia de amistad entre un hombre y su perro, una que se extendió por 14 años y que continuará creciendo aunque no sea en vida.



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