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Salud
07/01/2023
En octubre del año pasado, el Minsal dio el vamos a la campaña de vacunación anual contra el covid-19, a través de una dosis bivalente que, en una primera etapa, estuvo dirigida a funcionarios de la salud y personas inmuno comprometidas; posteriormente, en noviembre se sumaron personas mayores de 60 años y pacientes con enfermedades crónicas desde los 12 años.
La vacuna bivalente se caracteriza por ofrecer protección contra la variante original del SARS-CoV-2 pero también contra la mutación Ómicron y sus sublinajes. Uno de ellos, es BF.7, uno de los que ha causado un aumento exponencial de contagios en China -sumado a la baja inoculación-, y que desde junio está presente en Chile.
Sin embargo, ayer, durante el primer balance por covid-19 del año, el jefe de Epidemiología del Minsal, Christian García, confirmó que junto con la subvariante de Ómicron BF.7, también se han detectado en seis secuenciaciones genómicas -desde inicios de diciembre-, la subvariante XBB.1.5, responsable del aumento de casos en Estados Unidos.
Frente a este escenario, se ha intensificado la preocupación por la lentitud con la que ha avanzado el proceso de inoculación para los grupos de riesgo, mientras que hasta ahora, el Minsal ha descartado ampliar a otros grupos el proceso. Sin embargo, el subsecretario de Salud Pública, Cristóbal Cuadrado no ha descartado que "en caso que hayan otros grupos que estén en mayor riesgo, la vacunación bivalente avanzará hacia ellos".
Las cifras del Departamento de Estadística e Información en Salud (DEIS) del Minsal -con fecha de corte del 5 de enero-, señalan que se han administrado 1.168.093 dosis de vacuna anual covid-19 (bivalente), correspondiente al 20,38% de cobertura de la población objetivo estimada en 5.732.092 personas. Del total de dosis administradas, 204.172 corresponde a personal de salud (45,24% de cobertura); 59.734 a personas con enfermedades crónicas (3,55% de cobertura); y 904.187 al grupo de adultos mayores (25,13% de cobertura).
Pero estas cifras, a juicio de los expertos, dan cuenta de un ritmo "extraodinariamente bajo" y preocupante, por lo que llaman al Minsal a "redoblar" los esfuerzos para dar un nuevo impulso a la campaña de vacunación, con mensajes que refuercen los efectos protectores de inocularse y despejar "confusión" respecto a la dosis.
García fue consultado por un eventual impulso a la estrategia de vacunación bivalente, donde reconoció que "parte de lo que hemos vivido y esta fatiga pandémica de la población, es un poco el precio del éxito de las campañas de vacunación (...) necesitamos seguir motivándolos a vacunarse, pero cuando vemos que hay una (baja) percepción de riesgo y fatiga pandémica, lo hace un poco más difícil".
Acercar la vacunación y mejorar los mensajes
En línea con lo detectado por el Minsal, Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, cree que hay dos razones por las que se ha ido "relajando" el proceso de vacunación.
"La primera, por el cansancio de la población, a pesar de tener una cultura de vacunación muy alta en nuestro país. No podemos olvidar que en un período de dos años tuvimos cuatro o cinco dosis de vacunas, dependiendo de la persona, lo cual es mucho para la misma enfermedad; y lo segundo, es que ha bajado la conciencia de riesgo".
Frente a este último punto, sostiene que hay una responsabilidad en la autoridad sanitaria "que no ha sido capaz de crear conciencia de riesgo en la población, y por eso debe redoblar los esfuerzos".
¿Qué implica esto?
A su juicio, "desarrollar estrategias eficaces, crear nuevos métodos para que la gente escuche los mensajes de la autoridad sanitaria y crear condiciones para que la gente se vacune, esto último incluye la oferta de vacunación; llegar más cerca de sus hogares y no pensar que ellos solo deben acudir a la red de consultorios, que es lo que está ocurriendo hoy día".
En la misma línea, Luis Castillo, decano de la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma y ex subsecretario de Redes Asistenciales, comenta que el proceso con la bivalente "ha tenido un ritmo extraordinariamente bajo, esto es preocupante porque los grupos de riesgo son los que debieran vacunarse en primera instancia, recién sobrepasamos el 50%, incluyendo al personal de salud".
Este escenario, sostiene, debe llamar la atención de las autoridades para alcanzar "ojalá el 80% de cobertura" y así proteger a estos grupos de riesgo de este sublinaje.
La estrategia idónea, a juicio de Castillo, es que el Minsal "reponga todos los incentivos que tiene la Atención Primaria de Salu (APS) para poner en marcha nuevamente aquellos vacunatorios adicionales, y ofrecer más horas en el día para vacunar".
"En segundo lugar, debe haber un sistema de horario distinto a lo habitual, porque los grupos de riesgo sobre 60 años, en porcentaje no menor, son gente que trabaja, son agentes activos en el mundo laboral, por lo que es importante darles prioridad para vacunarlos tanto en las empresas o en mejores horarios", agregó.
Como tercer punto, Castillo apuntó a la necesidad de mejorar los aspectos comunicacionales, con un "plan de comunicación de riesgo asociada a la vacunación bivalente, que se centre en las consecuencias positivas y la ausencia de efectos colaterales graves en una vacuna que hasta el día de hoy seguimos considerando bastante inocua, sencilla y en general, bien tolerada por muchas personas".