Agricultores de Cabrero apuestan por el compostaje para producir verduras orgánicas y sin químicos

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27/12/2022


Reducción significativa de las emisiones de CO2, agricultura sustentable y la vinculación entre la comunidad, academia y la empresa Masisa, son parte de los beneficios asociados a un inédito proyecto de producción de compostaje con residuos domiciliarios, que tiene como protagonistas a pequeños agricultores de la comuna de Cabrero en la región del Biobío.

Doscientas familias de la villa España podrán utilizar este reciclaje de materia orgánica como nutrientes para sus plantaciones de lechugas, en desmedro del uso de pesticidas.

“Cabrero es la punta del iceberg de todas las otras municipalidades, que el día de mañana, nos gustaría que hicieran recuperación de residuos domiciliarios”, dice Ramón Ahumada, investigador del Departamento de Química, de la Universidad del Bío-Bío.

Las oportunidades que plantea la futura saturación de algunos rellenos sanitarios de la región, motivaron al investigador de la UBB a introducirse en proyectos que transformaran residuos en biomasa, a través de los Fondos Innovación a la Competitividad del Biobío.

Fue así como su iniciativa logró vincular al municipio de Cabrero con el Programa de Desarrollo Local Prodesal de Indap y la empresa Masisa.

“El proyecto Biocompost fortificado para el control biológico en la agricultura consiste en generar compost por medio de la transformación natural de descomposición y reciclaje de materia orgánica para uso agrícola, utilizando los residuos orgánicos generados en las viviendas y mezclarlos con material leñoso como aserrín, viruta, hojas secas, que es aportado por la empresa”, explica el gerente de Salud, Medio Ambiente, Seguridad y Relacionamiento Comunitario de Masisa, Reinaldo Gallegos.

Lo anterior es posible gracias a un proceso biológico de oxidación en que los residuos orgánicos se convierten en abono por la acción de microorganismos. Para lograrlo, se implementará un sistema de compostaje, de media hectárea aproximada, que sirve de repositorio de la materia orgánica y aserrín.

El alcalde de Cabrero, Mario Gierke, cuenta que el municipio se vincula con este proyecto en el marco de su programa de medio ambiente, y en concreto aporta con la recolección del material orgánico, el terreno de acopio, maquinaria para mover el biocompost, entre otras.

“El plan piloto comenzará en el territorio de la villa España de Cabrero, con 200 familias, lideradas por, la presidenta de la junta de vecinos y presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Urbanas y Rurales, Margarita Herrera que está motivando a las demás organizaciones a seguir atentamente este proyecto”, destaca el alcalde.

La autoridad edilicia agrega que los cabrerinos están comprometidos con estas iniciativas de cuidado del medio ambiente y “comprenden el bien que produce, no solo para su entorno directo, sino para la comuna y el cuidado del planeta. Es una creciente conciencia ecológica, que en nuestra comuna sigue fortaleciendo la gestión municipal”.

Control biológico a partir de tricodermas

Producir un sistema de canchas compostaje es una técnica utilizada en todo el mundo y con excelentes resultados en la producción de fertilizantes pero faltaba un proceso diferenciador, que agregará valor al subproducto, y por esto el investigador del Laboratorio de Química Aplicada y Sustentable de la UBB - LabQAS, entendió que la producción de compost, a partir de desechos domiciliarios y residuos forestales, debía incorporar un componente tecnológico que asegurara el control biológico de las verduras.

En este caso eligió trabajar con tricodermas, hongos simbióticos de las plantas que actúan como protectores de enfermedades de la agricultura orgánica, lo que asegura un control biológico de los productos de los agricultores locales. 

En el caso del sistema de compostaje de Cabrero, el investigador de la UBB explica que “una vez que el compost está maduro y listo, se fortificará con las tricodermas lo que generará un compostaje con material biológico vivo, con materia orgánica, nitrógeno, y todos micronutrientes y fortificado con microorganismos para proteger de las enfermedades de la agricultura”. 

Además, el investigador agregó que “estas iniciativas son posibles gracias al financiamiento del Gobierno Regional del Bío-Bío por medio de sus fondos de innovación a la Competitividad que entienden la problemática de saturación de Vertederos y rellenos sanitarios, gestión de la basura a nivel comunal y la importancia de fertilización compatible con la agricultura orgánica libre de pesticidas, incorporando la Economía Circular como eje del reciclaje comunal. 

Desde la empresa Masisa sostienen que agricultores de la zona serán los principales beneficiados con esta iniciativa que mejora su calidad de vida. “Estas acciones generan una cadena de valor, para el beneficio de los vecinos a quienes les da sentido de pertenencia y entrega ventajas significativas en el ámbito ambiental, económico, sanitario y social, como la reducción de costos de disposición y reducción de la dependencia de fertilizantes químicos”, destacó Reinaldo Gallegos.



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