Banco Central advierte por "focos de preocupación" financiera en hogares de menores ingresos y sector construcción

Nacional

Crónica

09/11/2022


El Banco Central entregó su Informe de Estabilidad Financiera (IEF) correspondiente al segundo trimestre de 2022, en el cual advierte que el empeoramiento del escenario internacional "se ha convertido en la principal fuente de riesgos para la estabilidad financiera".

En el texto, la entidad presidida por Rosanna Costa señala que los últimos meses se ha observado un aumento importante de la aversión al riesgo en los mercados mundiales, en medio de ajustes de políticas monetarias, la guerra entre Rusia y Ucrania, la mayor debilidad económica de China y tensiones financieras en Europa.

"En este contexto, se ha reducido el apetito por riesgo, afectando el precio de los activos y aumentado la volatilidad de los mercados financieros globales", menciona. "Han aumentado los riesgos de que se produzcan episodios de corrección abrupta de precios de activos y salidas de capitales, especialmente desde economías emergentes", resalta.

En cuanto al mercado financiero chileno, el ente rector menciona que se ha visto afectado por las tendencias globales, "donde resalta la mayor volatilidad del peso y las tasas de interés de largo plazo respecto de su comportamiento histórico. Esto es reflejo de un mercado de capitales menos profundo, lo que reduce la capacidad de la economía para acomodar presiones financieras externas".

A este respecto, plantea que si bien el mercado de capitales no ha seguido deteriorándose -tras el impacto causado por los masivos retiros previsionales-, destaca que "la liquidación de ahorros de largo plazo ya realizada, el debilitamiento del entorno macroeconómico y la mayor incertidumbre, han incidido en el perfil de inversión de diversos agentes y en el dinamismo del mercado financiero".

"Ello se ha reflejado en una reducción de las emisiones de instrumentos, de los montos transados, de la duración y liquidez de los portafolios de inversionistas institucionales y de su participación en el mercado de derivados cambiarios", agrega. En cuanto al comportamiento de la economía el instituto emisor expone que esta continúa en una fase de normalización de los desbalances acumulados en 2021.

"Se han moderado las salidas de capitales de residentes, pasando de flujos acumulados anuales de más de US$15 mil millones en septiembre de 2021, a alrededor de US$5 mil millones en el mismo mes de este año", indica. En tanto, añade que "se han comenzado a reducir las brechas de actividad acumuladas en años anteriores y se ha observado un esfuerzo relevante de ajuste fiscal.

Todo esto configura un escenario donde, acorde con las proyecciones del escenario central del IPoM de septiembre, hacia 2024 la economía retomaría tasas de expansión acordes con su potencial. Todo esto contribuye a recobrar el equilibrio macroeconómico necesario para acomodar de mejor manera los diversos shocks".

Riesgos financieros en hogares y sector construcción

Por otro lado, respecto a la evaluación de la situación financiera de hogares, empresas y banca, el Central apunta que "no existirían fuentes de vulnerabilidad sistémicas, aunque resaltan algunos focos de preocupación en hogares de menores ingresos y en empresas de los sectores inmobiliario y de la construcción".

Al profundizar en los hogares, el informe explica que "enfrentan un escenario económico más desafiante, ante el aumento de los costos de financiamiento, la ralentización de la creación de empleo y los menores salarios reales. Si bien la morosidad se ha mantenido baja, se aprecia un alza en las tasas de impago de consumo y mayor uso de créditos rotativos".

En el caso del sector inmobiliario y de la construcción, expone que las dificultades que presentan "han conllevado una especial preocupación en esta coyuntura. Estas empresas han experimentado aumentos relevantes de costos, lo que sumado a una menor actividad ha comprimido sus márgenes y deteriorado su capacidad de pago".

Detalla que "los escenarios de estrés apuntan a que estos desarrollos darían paso a mayores riesgos de impago en grupos específicos, donde resaltan los hogares de menores ingresos, con mayor exposición a la deuda rotativa, y entre empresas en el sector inmobiliario y el de la construcción. El principal riesgo derivado de esto último es que una profundización de su menor actividad se propague al resto de la economía, a través de sus interconexiones con el sector real y financiero".

"La banca se encuentra resiliente, aunque enfrenta desafíos de un entorno económico y condiciones de financiamiento más deterioradas. Un mercado de capitales profundo es fundamental para apoyar el desarrollo económico y el bienestar de las personas. Es crucial priorizar iniciativas que contribuyan a fortalecer el funcionamiento del sistema financiero y evitar aquellas que lo pudieran dañar", acoto.

En esa línea, el Banco Central recalca que "es particularmente relevante que en esta coyuntura más desafiante se prioricen medidas y políticas orientadas hacia favorecer un ahorro estable de largo plazo. Este tipo de iniciativas contribuirá a recuperar la profundidad del sistema financiero y su capacidad para amortiguar turbulencias externas".



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