A través de un dictamen, la Contraloría General de la República se refirió a los comentarios del comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez.

La Contraloría dijo que en la entrevista, Martinez calificó como delincuentes a quienes participaron de diversas manifestaciones en La Araucanía, habló de una condena tardía a la violencia "en todos los ámbitos" en el marco del estallido social, y se refirió a cómo deben ser tratadas las FF.AA. en un nuevo texto constitucional, además de defender el sistema de pensiones de las Fuerzas Armadas.

En la carta, en tanto, la Contraloría dijo que el comandante en jefe del Ejército hablo de "vandalización de diversos monumentos" y aludió a personas que "vuelcan su resentimiento y frustración".

El órgano contralor determinó que las expresiones en la entrevista, "sin configurar una infracción al deber de obediencia ni implicar un cuestionamiento a las decisiones del poder civil a las que se encuentra subordinado el Ejército de Chile, constituyen apreciaciones subjetivas y calificaciones sobre la contingencia nacional, que no guardan relación directa con las funciones propias de esa rama armada y que, de reiterarse, terminarán afectando el carácter no deliberante de las instituciones de la defensa nacional".

Sobre la misiva, la Contraloría expresó que los dichos de Martínez fueron "una manifestación de su disconformidad con los hechos allí representados" y que sus palabras "no implicaron un involucramiento en cuestiones de política contigente".

Contraloría dijo que, según informó el Ministerio de Defensa, las palabras de Martínez contaban con las respectivas autorizaciones y, que la cartera aprobó una directiva comunicacional, que tiene como objetivo establecer lineamientos.

"En lo sucesivo, las Fuerzas Armadas deberán ajustarse a lo establecido en la referida orden ministerial para los efectos de emitir las declaraciones que sean pertinentes en el ejercicio y dentro del ámbito de sus competencias", dijo el organismo.