Reforma de pensiones: Las variables que marcarán el debate del proyecto con que el Gobierno espera revertir su suerte

Nacional

Crónica

26/10/2022


Solo días restan para que se cumpla el plazo autoimpuesto por el Gobierno para ingresar la esperada reforma de pensiones, proyecto que es visto en el Ejecutivo como una de las herramientas que tiene a la mano para revertir el continuo descenso que ha evidenciado la aprobación ciudadana del Presidente Gabriel Boric.

Pese a que se prevee que su discusión será de largo aliento en el Congreso Nacional, debido a las diferencias que aún genera en algunos aspectos, en el Ejecutivo están conscientes en que su eventual aprobación podría generarle réditos en ese sentido, ya que esperan aumentar de forma inmediata la jubilación para los actuales pensionados.

Algo de eso comentó este lunes la ministra Secretaria General de Gobierno, Camila Vallejo, quien indicó que uno de los pilares fundamentales de la iniciativa es “aumentar las pensiones de manera inmediata. El diseño de la reforma no es solo mejorar las pensiones de los futuros jubilados, sino que de los de ahora”.

“Entendemos que hay una urgencia inmediata”, indicó, junto con recalcar que “la PGU es un avance importante, pero no es suficiente. Nosotros queremos llegar a alcanzar 250 mil pesos de pensión garantizada y eso se logra con la reforma tributaria y la previsional”, recalcó la vocera de La Moneda.

Según Vallejo, la reforma “piensa aumentar inmediatamente con el pilar de los 250 mil pesos que aporta el Estado a través de los impuestos, pero también con un diseño mixto del sistema previsional que va a permitir también sobre los 250 mil pesos mejorar la pensión de todos los jubilados”.

También indicó que el propósito también es “hacernos cargo de los abusos de la actual industria de las AFP, esto va a implicar terminar con el modelo y construir uno nuevo y que se ajusta a los principios de la seguridad social que están a nivel internacional y que están bien sustentados y respaldados”.

El camino para llegar a ese resultado asoma complejo, debido a que el Ejecutivo tendrá que enfrentar un debate complejo en un Congreso en el que no tiene mayoría. Sin embargo, al interior de La Moneda hay un moderado optimismo, debido a que han percibido que existen “consensos transversales” que permitirían avanzar la medida.

“No hay ninguna ilusión respecto de que sea sencillo llevar adelante este proyecto, pero creemos que es posible”, dicen desde el Gobierno, junto con destacar que “no hay nadie que discuta” que hay que mejorar el sistema actual de pensiones. En es línea, subrayan que la resistencia de la derecha sobre el tema es menor a años anteriores.

Al respecto, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, destacó que “hay elementos en los cuales podemos decir que tenemos ciertos consensos acuerdos generales, por ejemplo, en la necesidad de la cotización del empleador, pero sin duda hay otros en los cuales hay diferencias y en el debate democrático del Congreso se van a expresar”.

“Esperamos que en esa expresión tengamos todos a la vista el objetivo", dijo, subrayando que se trata de "una propuesta moderada, técnica, que lo que hace es traernos donde está el 83% de los países de la OCDE, con un pilar de ahorro individual, que no ha estado en cuestión, y un pilar público de seguridad social".

Foco en la medida y variables

En ese contexto, este martes, la ministra del Interior, Carolina Tohá, y la propia Vallejo, sostuvieron una reunión con jefes de gabinete y directores de comunicación para reforzar la conducción del Gobierno y revisar las líneas a difundir en los días que siguen, incluyendo entre las prioridades la reforma previsional.

En esa línea, ambas subrayaron con especial énfasis que el objetivo principal es solucionar los problemas que hoy vive la gente. "Tenemos que enfrentar problemas que ya tienen diagnósticos y que deben ser solucionados hoy y generar también un mejor futuro", dijeron, según informaron fuentes gubernamentales.

Pese a que no se han dado a conocer públicamente los detalles de la reforma, tanto Jara como otros secretarios de Estado han mencionado algunos de los ejes más importantes que tendrá el proyecto. Uno de los clave es que apuntará a aumentar gradualmente la cotización en 6%, con cargo al empleador, desde el actual 10%.

Además, las AFPs deberán transformarse en gestores privados si es que aspiran a seguir invirtiendo el stock de ahorros, por lo que dejarán de existir tal como se conocen hoy. Para eso, deberán contar con un giro único y serían aprobadas por la Superintendencia de Pensiones. Asimismo, se creará un ente público para la gestión de inversiones, cuyo fin es rentabilizar los ahorros. Organismo que será autónomo política y financieramente.

En ese sentido, el 10% de cotización se mantendrán en cuentas de capitalización individual, y las personas podrán elegir si la gestión de inversión de esos recursos las hace un gestor privado, o en su efecto, el nuevo ente público. Mientras que el 6% se destinará al nuevo componente colectivo del sistema previsional. También, la reforma consideraría incorporar una renta vitalicia con opción de herencia, dejando fuera del sistema al retiro programado, entre otros aspectos.

Previo a que el Gobierno presente su proyecto, los partidos de Chile Vamos (RN, la UDI y Evópoli), Republicanos y el PDG, han estado hace semanas sosteniendo una serie de conversaciones para buscar una articulación que les permita tener una postura conjunta ante La Moneda, y el debate legislativo por delante.

De esos diálogos reservados entre los diputados de las bancadas de los partidos y que han contado con el apoyo de asesores y expertos, se han elaborado algunas propuestas que se mantienen hasta ahora en reserva, pero que apuestan a establecer algunas posiciones respecto a los fondos de las personas, su libertad de elegir, la PGU y la reforma del Ejecutivo.

En el sector comentan que el esfuerzo conjunto de Chile Vamos, Republicanos y el PDG, no es menor, pues en términos legislativos sumarían más de 78 votos que resultan claves ante las futuras votaciones en la Cámara. Junto a ello, la articulación de las cinco colectividades podría ser además un precedente y una demostración de fuerza de cara a la próxima elección de la mesa de la Cámara.



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