El pasado sábado 1 de octubre comenzaron a regir los cambios sanitarios dispuestos por la autoridad en el marco de la pandemia del covid-19 y, tal vez, uno de los más esperados fue el fin de la obligatoriedad de la mascarilla.

Sin embargo, y pese a que ya no será una exigencia (a excepción de los centros de salud), un sondeo del Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS) de la Facultad de Gobierno UDD y Panel Ciudadano, reveló que un gran porcentaje seguirá usándola independiente del escenario, aunque también hay quienes decidirán dependiendo del lugar y espacio.

¿El motivo? Según detalló a Emol la directora ejecutiva de CIPS-UDD, Paula Daza, porque "hay una gran mayoría que está concientizada por los riesgos, al menos en lo discursivo, y creo que es bueno". De acuerdo con la encuesta, que tuvo una muestra de 1.048 casos, un 60% seguirá la recomendación de utilizarla en espacios y actividades de mayor riesgo.

En tanto, un 26% evaluará la circunstancia y solo un 11% no la usará. Una situación similar ocurre cuando se pregunta si seguirá utilizando la mascarilla en lugares públicos cerrados. Ahí un 64% dice que sí, mientras un 24% que dependerá de la cantidad de personas y un 12% no.

En el caso del transporte público, el porcentaje sube aun más: un 81% sostiene que la seguirá usando, un 13% que dependerá de las personas que hayan y sólo un 6% que no. Ahora bien, cuando se consulta si la persona usará la mascarilla en actividades familiares o sociales en espacios cerrados, los porcentajes se invierten. Un 41% señala que no lo hará, mientras un 35% que dependerá y solo un 24% que sí.

De acuerdo con lo que sostiene Daza, en esta nueva etapa de la pandemia, "de aprendizaje", hay que mejorar la forma en que se comunica: "cómo, cuándo y dónde se utiliza la mascarilla, porque hay que hacer un contrapeso a esto de fin a la mascarilla".

Lo anterior, porque si bien ella está "de acuerdo" con avanzar en libertades, considera que hay que aplicar todo lo que se enseñó durante los primeros años de pandemia en el país. En ese sentido, dijo que "lo que hay que evaluar son tres cosas: la circunstancia de la actividad, las condiciones de salud de la persona y las condiciones de salud de la otra persona". Respecto al primer punto, dijo que por ejemplo hay que observar "si hay mala ventilación y mucha gente aglomerada. Ahí es recomendable usar la mascarilla".

En cuanto a las condiciones de salud de la persona, señaló que hay que ver si tiene riesgo de enfermar gravemente o si está con síntomas. En ese caso, mejor utiliza la mascarilla". Por último, en relación a la condición de la otra persona, dijo que "si hay personas mayores, también es bueno considerar usar la mascarilla".

De todas maneras, Daza dijo que a su juicio "todas las personas hemos aprendido a vivir en modo covid-19, a cuidarnos cada uno, a cuidar a otros y eso es positivo. Hemos aprendido cómo comportarnos, y probablemente ha sido por las medidas que han sido rigurosas y largas, pero creo que eso tenemos que mantenerlo y no se nos puede olvidar".

Por último, reiteró que "es importante insistir en la educación, comunicación de riesgo y en la vacunación que es el pilar más esencial para tener este nivel de inmunidad". Es necesario destacar que la población en estudio fueron hombres y mujeres mayores de 18 años y habitantes de las 16 regiones del país. En total, se alcanzó una cobertura de 226 comunas, y el margen de error es de 3,0% al 95% de confianza.