Nacional
Crónica
04/10/2022
Desde este mes y por ley, todos los vehículos nuevos que se comercialicen en Chile deben incorporar el sistema de control de estabilidad (o ESP, por sus siglas en alemán: Elektronisches Stabilitätsprogramm), tras un año de marcha blanca.
El 3 de octubre del 2021, en nuestro país, los vehículos cero kilómetro comenzaban a regirse por los nuevos estándares de seguridad, que establecían que todos los livianos y medianos (de hasta 2.700 kilos) debían contar de serie con el sistema antibloqueo de frenos ABS.
Ese día, también, la incorporación del control de estabilidad (ESP o ESC, según la marca) comenzó a ser obligatoria para los vehículos que eran homologados por primera vez; y ahora, luego de un año de adaptación a la norma, es exigido para todos los autos nuevos y las marcas tendrán que sacar del mercado los modelos que no lo incluyan.
Según recuerda el matutino, el sistema creado por la multinacional de ingeniería y tecnología alemana Bosch fue implementado por primera vez en un vehículo particular el 19 de mayo de 1995, en la Clase S de Mercedes-Benz.
Es obligatorio en Europa desde 2014 y se estima que solo en esos países ha evitado cerca de 15 mil muertes por accidentes de tránsito.
El control de estabilidad funciona automáticamente (junto al sistema ABS) para frenar de forma selectiva determinadas ruedas del vehículo en situaciones de peligro, especialmente cuando se pone en riesgo la adherencia. Aquello se consigue con la información de un computador que procesa las señales enviadas por sensores: esta tecnología puede chequear hasta 25 veces por segundo que la dirección que desea el conductor a través del volante sea la real en la que se mueve el vehículo; y si éstas no coinciden, el ESP actúa.
La compañía Bosch sostiene que el control de estabilidad también ha permitido reducir 500 mil siniestros viales.
Actualmente el 82% de los autos que se comercializan en el mundo incorporar el ESP.