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21/07/2022
Desde mediados de 2024, en Chile el pan y la leche contendrá vitamina D, micronutriente muy relevante para la salud de las personas, que mejora la respuesta inmune pero del cual expertos advierten existe un gran déficit.
De hecho, las cuarentenas a raíz del Covid-19 provocaron que los chilenos estuvieran encerrados y dejaran de tomar sol, cuya luz el cuerpo necesita para producirla naturalmente.
"Nuestro país es un ejemplo único en América Latina en términos de bajas tasas de desnutrición materno-infantil. Tenemos experiencia valiosa fortificando alimentos con ácido fólico, yodo, hierro, vitaminas del complejo B, y hoy sumaremos la vitamina D.
Esto va a contribuir a que las personas diariamente puedan alcanzar la recomendación de ingesta diaria recomendada de este micronutriente. Por ejemplo, el consumo de dos vasos de leche contribuirá a alcanzar el 50% de la ingesta necesaria, será muy beneficioso", detalla Rodrigo Valenzuela, académico del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Para Francisco Pérez, director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos Fernando Mönckeberg Barros (INTA), se trata de "una muy buena medida, es lo que estábamos esperando todas las personas que trabajamos con vitamina D porque los déficit de la población chilena, tanto lo que mostró la Encuesta Nacional de Salud y los estudios individuales de distintas universidades, evidencian que todos los grupos de edad en Chile están afectados con bajos niveles".
Se ha determinado que los seres humanos obtenemos mayoritariamente esta vitamina cuando nos exponemos a la luz solar (80%) y a través de nuestra dieta, al consumir alimentos que la contengan como pescados y ciertos mariscos (20%).
Además, ante la alta prevalencia de obesidad se hace más crítica la situación, porque el exceso de grasa corporal disminuye los niveles circulantes de vitamina D.
En tanto, Lorena Rodríguez, subdirectora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, resaltó que el déficit llega a 80% en las zonas más australes del país, y "sabemos el fracaso que tienen las prácticas de suplementación cuando deben ser permanentes (...) lo que recomienda la literatura es la fortificación de algún alimento de alto consumo".
La norma sanitaria incluye también a otros productos lácteos e incluso bebidas vegetales para aquellas personas con dietas veganas o vegetarianas.