La Cámara de Diputados acogió la cuestión previa de la acusación constitucional contra la ministra del Interior, Izkia Siches, dejando sin efecto el texto presentado por la bancada del Partido Republicano, que la sindicaba como responsable de "infringir la Constitución y las leyes y dejar éstas sin ejecución".

Con 84 votos a favor, 57 en contra y 2 abstenciones, la Sala determinó que el libelo no cumple con los requisitos constitucionales, por lo que se entiende como no interpuesto y de esa forma, no proseguirá su trámite.

Cabe destacar que la acusación llegó a la Sala con un informe negativo desde la comisión revisora, cuyos cinco integrantes -en su mayoría de oposición- rechazaron su procedencia, aunque este documento no es vinculante con el resultado.

El único integrante de esa instancia que rechazó la cuestión previa fue el UDI Christian Moreira, quien planteó que "procede una alta exigencia hacia la ministra, debido a la importancia de su cargo en materias de seguridad pública".

"El desempeño de la ministra se ha caracterizado casi por la inactividad total, lo que no puede ser desconocido, toda vez que el rol que se encuentra desempeñando es especialmente decisivo al tratarse de la seguridad de las personas de nuestro país", reprochó.

Sin embargo, su correligionario Fernando Bórquez apuntó que "la acusación constitucional es la herramienta de fiscalización más relevante que tenemos los diputados, y no la podemos utilizar como instrumento político espurio como la utilizaron ellos", aludiendo al actual oficialismo.

En su respuesta formal, la ministra consideró que las afirmaciones vertidas en el libelo "no son verídicas ni justificadas", aunque anteriormente, estimó que este juicio político podría significar "una gran oportunidad de mostrar en lo que hemos estado trabajando".

Previo a la votación, la abogada de Siches, Elisa Walker, solicitó que se acogiera la cuestión previa, argumentando que la acusación "debe ser utilizada como un mecanismo de última ratio, de forma excepcional, cosa que no se está cumpliendo".

"Los y las invito -emplazó- a resguardar el sano espacio de la discrepancia política y evitar desnaturalizar este mecanismo de control constitucional que representa la acusación constitucional. No corresponde usar este mecanismo para destituir a una ministra de Estado por el solo hecho de no compartir la visión política de quien conduce el Gobierno".

"Se pretende hacer responsable a la ministra Siches por actos de terceros y no por actos propios, lo que transgrede el objeto de este mecanismo de control constitucional", enfatizó la jurista, al tiempo que estimó que la acusación "carece de toda lógica argumentativa".

Concluida la votación, la ministra Siches declaró que "los parlamentarios se han dado cuenta de que la acusación era infundada, y comprenden que el Gobierno tiene que dedicar su tiempo a los problemas que preocupan a la ciudadanía".

En tanto, el jefe de la bancada republicana, Cristóbal Urruticoechea, acusó a la izquierda de ser "profesionales en la deslealtad al país".

"NO SIGAMOS PERDIENDO EL TIEMPO", PIDE EL PS

El jefe de la bancada socialista, Marcos Ilabaca, instó a sus pares de la Cámara a que "nos hagamos cargo y trabajemos en conjunto con un acuerdo transversal para enfrentar los problemas que los chilenos y chilenas hoy día viven".

"Enfoquémonos en eso y no sigamos perdiendo el tiempo con acusaciones constitucionales que, en definitiva, no tienen ningún sustento jurídico", recalcó.

En contraste, el diputado Diego Schalper, secretario general de RN, explicó que su partido optó por "votar en contra de la cuestión previa, porque nos parece que en esto hay que ser rigurosos", y que "había argumentos para estudiar el fondo de la acusación, haber escuchado a los acusadores, a la defensa, y tomado una decisión en base al contenido mismo".