Con la participación de los coordinadores del Comité para la Gestión del Riesgo y Desastres, los representantes de los departamentos de salud municipal, el equipo de Apoyo a la Respuesta en Salud Mental y otros profesionales de la red de salud de Biobío se realizó una jornada de capacitación en emergencias y desastres en la provincia de Biobío.

La jornada fue dirigida por la enfermera Paola Pontoni, encargada de Gestión del Riesgo en Emergencias y Desastres (DEGREYD) del Ministerio de Salud, quien manifestó que “la jornada tiene como objetivo el integrar a la red de salud a la gestión de riesgos y desastres incorporando los conceptos de la nueva institucionalidad y entregando herramientas para fortalecer las capacidades que ya están instaladas y donde no lo estén, instalar esta capacidad en toda la red del Servicio de Salud Biobío, incorporando la atención primaria que esta inserta en el territorio y que tiene la vinculación con la comunidad, donde se pueden generar planes en conjunto y así tener una mejor respuesta ante posibles nuevos desastres”.

La profesional agregó que “el área de la salud es parte principal de la respuesta, como salud siempre respondemos, pero debemos incorporar la preparación ante un desastre, como servicio critico para la población debemos estar preparados, nosotros no podemos parar y si en algún momento los hacemos, debe ser en el mínimo periodo de tiempo”.

En la actividad se entregaron los lineamientos estratégicos y el marco general del trabajo que se está realizando en esta materia en el sector salud. En este sentido el jefe de Atención Primaria del Servicio de Salud Biobío, Claudio Salvo, señaló que “este Servicio de Salud forma parte del sistema nacional de respuesta ante emergencias y desastres (SINAPRED) y como tal debe estar preparado para responder a emergencias en salud en forma diaria, pero también debe preparase para atender sus propias emergencias, pues en una red de 105 establecimientos, más 25 dispositivos de urgencia, la posibilidad de ocurrencia de siniestros es alta. Por lo tanto, es necesario avanzar desde el nivel de respuesta al nivel de preparación para anular o disminuir los potenciales eventos adversos que ocurren en nuestra red”.

Este avance se manifiesta en el contexto de la Ley 21.364, cuerpo legal que robustece la institucionalidad de emergencias y desastres, lo que  plantea nuevos desafíos y seguir avanzando en la incorporación de la salud mental a la gestión de emergencias y desastres, las simulaciones y simulacros periódicos que se realizan en los hospitales, la evaluación del Índice de seguridad hospitalaria, el mejoramiento en las redes de comunicaciones, el funcionamiento de los equipos de primera respuesta, la articulación con otros organismos del Estado, entre otros avances.