Durante dos días se conocieron los avances y trabajos relacionados a la Red de Sitios Importantes del Patrimonio Agrícola Nacional (SIPAN), iniciativa que busca la conservación de la agrobiodiversidad y el patrimonio cultural, con una mirada en prácticas ancestrales en los territorios Alto Andina y Cordillera Pehuenche, que en este caso se desarrolla en la comuna de Alto Biobío.  

La idea fue abordar en profundidad las experiencias de agricultoras y agricultores que trabajan el cuidado de semillas milenarias, como también recolectores de productos forestales no madereros, artesanos, con énfasis en darle un atractivo turístico a sectores apartados de esta comuna en la provincia de Biobío.  

Fue así como el primer día se visitó a la agrupación We Rayin, grupo de 10 artesanas en lana de la comunidad de Ralco Lepoy, quienes participan de la tienda “Pewenche Kudaw”, lugar donde confeccionan y venden bellos calcetines, pieseras, peleros, mantas, entre otras piezas. Posteriormente, se conoció el trabajo de Delfina Curriao, en la comunidad del Avellano, quien es guardadora de 24 semillas tradicionales de hortalizas ancestrales.  

En la segunda jornada se profundizó en el trabajo de la usuaria Felicinda Ligays, maestra local y cuidadora de un huerto semillero ancestral, apicultora y ganadera en la comunidad de Cauñicu. “Con esto se pone el valor y revitaliza el sistema mixto, que se desarrolla acá en la Cordillera Pehuenche, teniendo un multirubro de actividades en este territorio, como es este lindo trabajo”, dijo.  

El recorrido finalizó con una visita a la familia Vita, ganaderos y artesanos-usuarios de INDAP, quienes se dedican al turismo con pertenencia de la cultura pehuenche.  

La seremi de Agricultura, Pamela Yáñez, destacó durante su visita que “la Red Sipan fortalece la valoración e integración de los sistemas agrícolas tradicionales en las políticas públicas y los instrumentos de fomento, con el propósito de que se reconozca globalmente la agrobiodiversidad de nuestra región. A la vez, reconocemos el trabajo que realizan las mujeres en estos territorios, que tienen que ver con la conservación e identidad a través de la gastronomía, artesanía y turismo”.  

“El proyecto en Alto Biobío se ha ido desarrollando de la mano con Indap y el programa PDTI, que se ejecuta con la municipalidad. A su vez Odepa colabora estrechamente en la ejecución institucional del proyecto, así como Infor y Conaf, que se han sumado para apoyar a la RED SIPAN desde sus respectivas competencias”, agregó la seremi Yáñez.  

La coordinadora macrozonal de la Cordillera Pehuenche del SIPAN, Evelyn Osorio, destacó que “este trabajo demuestra la importancia del tema de la transición agroecológica, los agricultores y agricultoras son multirubro y necesario potenciarlo desde esa mirada, que una parte es de autoconsumo y la otra va al mercado. Abordamos también el tema de seguridad alimentaria con la recuperación de las semillas tradiciones, donde está este concepto de la huerta al plato, donde toda esta biodiversidad presente en estos huertos, posteriormente se traduce en una comida más nutritiva”.  

La iniciativa es impulsada por el ministerio de Agricultura, a través de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), contando con la supervisión y apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y gracias al financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF).  

Al respecto, Karen Valenzuela, jefa del Área Indap Alto Biobío, sostuvo que el trabajo que se está realizando en la comuna está directamente coordinado con el Comité Local SIPAN -integrado por productores, representantes del territorio, organizaciones productivas, instituciones y la Municipalidad de Alto Biobío- “con el objetivo de mantener en el tiempo este proyecto y demostrar en la práctica que es posible un desarrollo rural sustentable, que valore la cultura y el patrimonio ancestral que acá tenemos”. 

Así la Red SIPAN seguirá su trabajo en la conservación y uso sostenible del patrimonio agrícola para el desarrollo de productos y servicios con un fuerte énfasis en la identidad cultural, como la gastronomía, la artesanía y el turismo, con altos estándares de calidad que permitan una inserción activa en los mercados desde la comuna de Alto Biobío.