El interés del nuevo ministro de Transportes por la bicicleta: Qué dice el programa de Boric y el debate sobre su uso en la ciudad

Nacional

Crónica

10/03/2022


El pasado 21 de enero, el ingeniero civil de la Universidad Católica, Juan Carlos Muñoz Abogabir fue designado por el Presidente electo, Gabriel Boric, como su próximo ministro de Transportes y Telecomunicaciones. Ese día, el inminente nuevo gobernante le transmitió un claro mensaje: "que no piense sólo en Santiago, sino que en el transporte de todo el país".

Muñoz afirmó que espera también aportar con medidas integrales, para que "todos los chilenos puedan ir avanzando a una mejor calidad de vida y que el transporte sea un factor de mucho menor huella ecológica en este mundo que necesita reducir un poquito el impacto, para darnos sustentabilidad". Basta con revisar su currículum académico para encontrar decenas de publicaciones donde da cuenta de su procupación por la movilidad sustentable, el transporte público y su acceso equitativo, y el uso de la bicicleta.

Algunos de los textos donde es coautor son: "El rol de la percepción de satisfacción y la construcción del entorno en lafrecuencia de los desplazamientos en bicicleta" (2021); "Preferencias de viaje de los usuarios de transporte público bajo condiciones desiguales" (2021); y "Vivienda y accesibilidad después de la pandemia de covid-19: reconstrucción para la resiliencia, equidad y movilidad sostenible" (2021). Y no sólo predica; también practica y celebra a quienes buscan una forma de vida más sustentable.

El día de su designación como ministro llegó en transporte público hasta el Museo de Historia Natural del Parque Quinta Normal. Además, es conocido por ser un promotor del uso de la bicicleta. De hecho, el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus), donde Muñoz es director, escogió una foto donde se le ve sonriendo junto a una ciclovía de Santiago, con casco de ciclista y su respectivo chaleco reflectante.

El próximo titular de la cartera de Transportes también es un activo usuario de Twitter, donde en reiteradas oportunidades ha destacado el uso de la bicicleta. Ayer, publicó una imagen donde se ve a una mujer junto a su hijo, circulando por una ciclovía de la capital. "Una mamá lleva a su hijo en bici, me imagino que a una guardería. Sospecho que ella podría salir en auto, pero prefiere la bici porque construye la ciudad que quiere dejar a su hijo. Si podemos, démosle intención a nuestra vida", escribió Muñoz.

Fuentes cercanas al próximo ministro, dejan entrever que su interés por la bicicleta es parte de un impulso al transporte sustentable, con una mirada realista. Muñoz entiende que no todos pueden utilizar bicicleta y muchas veces las distancias con los trabajos hacen que se trate de una elección compleja. Por eso, su foco también está en avanzar en una infraestructura vial óptima para estos fines. Tiene claro que no es un tema que se resuelva de la noche a la mañana, y que es clave que las distancias de viaje no sean tan extensas.

Los objetivos del programa de Boric

La elección del también doctor en Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de California para ocupar este cargo, parece conversar armónicamente con los objetivos trazados en materia de transportes del programa de gobierno de Boric, los que están descritos de forma transversal en las distintas áreas de su programa y que van más allá de sólo descentralizar los recursos y oportunidades para la mejora del transporte.

Algunas de las propuestas que más resonaron durante la campaña de segunda vuelta del Presidente electo fue la idea de lanzar un piloto de "transporte doble cero" (cero tarifa, cero emisiones) y su intención de fortalecer el uso del ferrocarril, lo que generó molestia en el gremio de los camioneros. Las propuestas también incluyen un transporte público "adecuado y accesible para todas las personas con dependencia"; "eliminar las exenciones para industrias y transportes, y aumentar y ampliar la cobertura del impuesto a la primera venta de automóviles".

Boric también propone potenciar la "movilidad activa", a través de la construcción de 1.000 km de circuitos peatonales de alto estándar, en ciudades intermedias como Arica, Machalí, Curicó, Talca y Coyhaique, los que incluirán puentes multipropósitos para peatones y ciclistas. Además, "construiremos 500 km anuales de redes de ciclovías, que privilegien la integración de equipamiento educativo, de salud y recreacional", señala el programa.

La clave: avanzar hacia un sistema multimodal

"Este es un tema que despierta hartas pasiones, pero lo importante es que haya un razonamiento lógico detrás", dice Franco Basso, experto en transportes y académico de Ingeniería Industrial de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. El experto afirma que hay que tener claro que la bicicleta no va a servir para todos los viajes, pues incluso en países que son líderes en su uso, ésta no supera el 15% de los viajes, en tanto, "en Santiago, los viajes en este medio de transporte rondan el 4%, aunque pudo haber un aumento en el último tiempo", sostiene. Lo importante, a su juicio, es avanzar en una multimodalidad, esto es, intentar conectar a la bicicleta con otros medios de transporte.

Una medida efectiva sería instalar estacionamientos para bicicletas, por ejemplo, en estaciones terminales como Los Domínicos, "para que así las personas puedan continuar sus viajes; pues no vamos a poder pedir a una persona de Puente Alto se traslade sólo en bicicleta hasta Las Condes". Alberto Escobar, especialista en seguridad vial, coincide con la visión de Basso: "toda ciudad moderna que quiera avanzar a una mirada integrada, tiene que ser multimodal".

Asimismo, destaca que se deben generar los espacios suficientes para que las personas puedan subir al Metro o a un bus interpovincial con su bicicleta.

En cuanto a las ciclovías, Basso apunta a que ésta debe ser pensada como una red y no como construcciones independientes, mientras que Escobar cree que Santiago no tiene necesariamente un mal sistema, "pero tenemos un problema basal del conocimiento: hay un triángulo no amoroso entre ciclistas, conductores y peatones que están permanentemente en una interacción negativa", por lo que es necesario complementar una buena red con educación vial y conocimiento de las leyes desde todas las partes involucradas.



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