Científico chileno calculó “el número de la vida”, una fórmula que permite establecer la esperanza de vida de los organismos vivientes

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21/02/2022


El Ph.D. en Astrofísica Teórica de la Universidad de Yale e investigador del Centro de Astrofísica y Tecnologías Fines (CATA) de la Universidad de Chile, Andrés Escala, descubrió la esperanza de vida de los organismos vivos en función de su metabolismo. Es una reformulación de la llamada “ley del fuego de la vida“.

El planteamiento de Escala se basa en la hipótesis de que el metabolismo está relacionado al envejecimiento: si bien se desconoce el motivo por el que los seres vivos envejecen y fallecen, “relacioné directamente la esperanza de vida de todos los organismos vivientes con su sistema respiratorio”, explicó el investigador.

“El descubrimiento, en concreto, es que todos los organismos vivientes, desde los más sencillos, como los amebas, hasta grandes mamíferos, como elefantes o la ballena azul, consumen a lo largo de su vida aproximadamente la misma cantidad de energía por gramo que lo constituye, pero solamente tras corregir dicho consumo por temperatura y por el número de latidos en cada ciclo respiratorio“, señaló el científico.

Todas las especies deben vivir aproximadamente lo mismo en términos de ciclos respiratorios (inhalar y exhalar en el caso de los seres humanos, por ejemplo). Esos números de ciclos respiratorios podrían llamarse “número de la vida“: “Esto contrasta con que en términos de tiempo absoluto la vida en el mundo animal sobre la tierra se extiende desde menos de un día (vida adulta de algunas moscas como la efímera) a cientos de años (ciertas tortugas galápagos)”, planteó el astrofísico.

Origen

En 1932 el biólogo y químico suizo Max Kleiber planteó que algunas especies necesitan un gasto energético mínimo para mantenerse vivas: consideraba el metabolismo basal (circulación, sistema respiratorio y otros procesos) sobre el peso corporal elevado a 0,75 potencia. Si bien dicha potencia no se podía aplicar a todas las especies, Andrés Escala precisó en que la variación estaba en la formulación matemática. 

Según Escala, un ser vivo debe consumir a lo largo de su vida (a una temperatura de 30°C) 8.000 mililitros de oxígeno, lo que considera los gramos que constituye al organismo y por latido de ciclo respiratorio, que puede traducirse en 160.000 Joule (sistema de medición de energía), y que equivale a la energía necesaria para calentar un tazón de té o mantener prendida una computadora por 10 minutos.

Como la temperatura es uno de los factores en esta fórmula, parte de los objetivos que Escala podría establecer está en cómo el calentamiento global influiría en el consumo energético.



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