El Registro Civil adjudicó la producción de carnés y pasaportes nacionales al consorcio Chino-alemán, Aisino y Mühlbaue. Tras un proceso de licitación, las firmas se encargarán de esta tarea por diez años.

Dadas las condiciones, los chilenos podrán adquirir los documentos por un 70% de su valor actual. El proceso no ha estado exento de polémicos, en específico por la seguridad de los datos.

Al respecto, desde el Registro Civil, aclararon a través de un comunicado que la licitación se elaboró "bajo estándares OCDE y estricta sujeción a nuestro ordenamiento jurídico, fueron aprobadas por la Contraloría General de la República, lo que permitió la recepción final de 5 propuestas, elaboradas por distintos consorcios, que integran empresas de 8 países".

Con ello, indicaron que "este nuevo Sistema de Identificación, los computadores y periféricos, la red, el data center y la base de datos, serán de propiedad del Registro Civil y serán gestionados y administrados por el servicio. El nuevo proveedor proporcionará el software y el hardware, los que serán instalados, alojados en las dependencias del Registro Civil y administrados bajo sus normas de seguridad".

Sobre los usuarios "serán atendidos por funcionarios del Registro Civil, nunca del Proveedor, en sus oficinas, y su información será enviada bajo códigos de encriptación a su data center, en el que se validará la información y se enviará la orden para la confección del documento respectivo".

Además, añadieron que "los datos serán almacenados y administrados exclusivamente por el Registro Civil. La fabricación se realizará en dependencias del servicio, sin intervención humana, mediante la interpretación del código en clave que recibe.

Esta información es temporal y se elimina automáticamente del sistema, inmediatamente que se realiza la impresión del respectivo documento".