Nacional
Crónica
Política
28/11/2025
La reciente migración de decenas de parlamentarios entre partidos — en el actual periodo legislativo — reaviva el debate sobre la necesidad de reformar las normas que regulan la permanencia de representantes elegidos bajo una determinada colectividad.
Según datos recientes, en el ciclo 2022-2026 un total de 34 diputados — equivalentes a un 21 % de la Cámara — cambiaron de partido, mientras que 5 senadores — cerca de un 10 % del Senado — también modificaron su militancia.
Este fenómeno ha encendido las alarmas en diversas bancadas y ha generado un fuerte llamado para agilizar la aprobación de la reforma, ante lo que califican como una crisis de representatividad.
La iniciativa — impulsada tanto desde el Ejecutivo como por un grupo transversal de senadores — contempla endurecer los requisitos de constitución de partidos, así como establecer que quienes renuncien al partido con el que fueron electos pierdan su escaño. Con ello, se busca frenar el “discolaje”, restablecer la coherencia entre votantes y representantes y ofrecer mayor estabilidad a las bancadas parlamentarias.
Quienes apoyan la reforma señalan que es un mecanismo necesario para respetar la voluntad del electorado — quienes votan por una persona, también votan por su partido.
En cambio, algunos parlamentarios plantean cautela: advierten que podrían generarse asimetrías — especialmente entre la Cámara de Diputados y el Senado —, lo que crearía distorsiones en la representación.
Para varios sectores, el debate representa una oportunidad para revisar en profundidad el sistema político chileno, fortalecer los partidos y asegurar que la ciudadanía — más allá de los nombres individuales — tenga claridad sobre por quién vota realmente.