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Crónica
06/10/2025
Los condominios de viviendas tuteladas para personas mayores (CVT) se han consolidado como una de las principales apuestas del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama). Solo en Biobío, la lista de iniciativas considera obras y diseños que suman $5.794 millones, destinados a reforzar esta red habitacional con foco en ese grupo etario.
En la Región del Biobío ya existen seis experiencias en funcionamiento y nuevos proyectos en marcha. El objetivo es ampliar la cobertura, tanto en comunas urbanas como rurales, con obras en construcción y otros en etapa de diseño que buscan responder al creciente número de personas mayores que requieren soluciones habitacionales seguras y comunitarias.
La fórmula es clara: Minvu se encarga de la construcción y financiamiento de los condominios, mientras Senama coordina la operación social, con diagnósticos individuales y actividades comunitarias para fortalecer la autovalencia y la integración. Así, se asegura que los beneficiarios no solo reciban una vivienda digna, sino también un entorno que acompañe su vida cotidiana.
El tema cobra mayor sentido si se contrasta con la realidad que viven cientos de adultos mayores en establecimientos de larga estadía de la región, donde muchos han sido calificados como “abandonados” por sus familias. Frente a ese escenario, las viviendas tuteladas se presentan como una alternativa capaz de entregar autonomía y redes sin caer en la institucionalización total.
En conversación con Diario Concepción, la directora regional del Serviu, María Luz Gajardo, precisó que, si bien los planes tienen como pilar los CVTs, las soluciones habitacionales no se limitan a ellos, puesto que también consideran el programa de subsidios de Arriendo a Precio Justo.
Al respecto de los CVTs, actualmente el Biobío cuenta con seis en funcionamiento, ubicados en Coronel, San Pedro de la Paz, Hualqui, Penco, Contulmo y Nacimiento. Cada uno de ellos opera bajo convenio con Senama, asegurando acompañamiento social y comunitario a sus residentes.
En relación al estado de construcción de un séptimo condominio, el proyecto más avanzado corresponde a Lebu, el cual ya alcanza un 90,86 % de avance. Este último se emplaza en calle Santa Teresa de los Andes, contempla 25 viviendas y cuenta con una inversión oficial de $1.414 millones. El inicio de obras se dio en julio de 2024 y la entrega está prevista para noviembre de este año, con Belarmino Jara Ltda. como contratista.
Según explicó Gajardo, las viviendas de Lebu se construyen bajo estándares de accesibilidad universal y eficiencia energética, incorporando ventanas termopanel, baños adaptados y recintos sin desniveles. El conjunto se complementa con una sede social de 179 m², estacionamientos y bicicleteros, además de espacios comunes para talleres y control médico. Todo sobre un terreno de 3.105 m².
Además, el Serviu ya finalizó el diseño de tres nuevos proyectos en Concepción, Chiguayante y Cabrero. Cada uno contempla 15 viviendas exclusivas para adultos mayores y está en espera de recursos para su ejecución, prevista para el periodo 2026–2027. La inversión proyectada alcanza los $1.283 millones en Concepción, $1.295 millones en Cabrero y $1.455 millones en Chiguayante.
A diferencia de estos proyectos nuevos, en el caso del CVT de Contulmo se están planificando mejoras estratégicas. Allí funciona uno de los seis condominios operativos, pero el diagnóstico mostró que requiere una actualización profunda. El plan de mejoramiento considera una inversión de $344,9 millones, destinados a eficiencia energética y ampliación de la sala multiuso.
Sobre los plazos de construcción y mejoras, la directora precisó que son procesos largos que suelen demorar varios años. “Lo fundamental es que la entrega se haga en condiciones óptimas, porque hablamos de viviendas destinadas a personas mayores. Somos muy estrictos en los procesos de fiscalización”, aseguró.
A pesar de esas exigencias técnicas, Gajardo destacó que la coordinación con los municipios ha sido fluida. Los terrenos provienen de gestiones locales y permiten dar viabilidad a los proyectos. De esa manera, Serviu proyecta que más comunas del Biobío puedan sumarse con iniciativas, ya sea de construcción nueva o de modernización de condominios antiguos. “Queremos que la mayor cantidad de comunas del Biobío cuenten con al menos un condominio de viviendas tuteladas, emplazado en zonas accesibles y seguras, donde las personas mayores se integren plenamente a la ciudad”, afirmó.
Con tal de obtener una evaluación local sobre el funcionamiento de los CVTs, se le consultó a la coordinadora regional del Senama en el Biobío, Janine Albarrán. Según detalló, estos dispositivos se levantan bajo un trabajo conjunto con los municipios: las comunas ofrecen terrenos, el servicio los evalúa y luego el Minvu concreta el diseño y la construcción.
El perfil de los beneficiarios exige estar dentro del 60 % más vulnerable del Registro Social de Hogares, carecer de vivienda y mantener autovalencia. “Lo importante es que sean personas mayores capaces de valerse por sí mismas”, explicó. Además, aclaró que el modelo no fija un límite de edad, pero en caso de deterioro físico o cognitivo, se activa la red de derivación: “Se informa y se postula a un ELEAM. Eso da garantía de continuidad y cuidado”.
En cuanto a la demanda, la coordinadora explicó que en Biobío no se registran listas de espera significativas, porque muchas personas mayores prefieren alternativas como el subsidio de arriendo. Sin embargo, recalcó que la diferencia de los condominios está en su misión de prevenir “la soledad no deseada”, con espacios de convivencia y apoyados por profesionales de trabajo social y salud, además de planes de intervención municipal.
En materia presupuestaria, Albarrán aseguró que no hay riesgos de continuidad. “Estamos conformes con el presupuesto 2025, porque nos permite mantener nuestra oferta y ampliar dispositivos que se han sumado en los últimos tres años”, afirmó, añadiendo que la estabilidad financiera respalda programas históricos y nuevos proyectos intergeneracionales.
Sobre la apertura de nuevos CVTs, explicó que cada año se invita a los municipios a postular terrenos y que un condominio puede tardar hasta cuatro años en completarse. “La aspiración es que la mayor cantidad de comunas del Biobío cuente con al menos un condominio, ubicado en zonas céntricas y seguras, con acceso a servicios”, concluyó.
En particular, acerca de la construcción del CVT de Lebu, Albarrán espera que se logre “concretar el traspaso de ese condominio este año, lo que reforzará la oferta disponible”.
Durante la visita al condominio de viviendas tuteladas en Lebu, la presidenta de la Unión Comunal de Adultos Mayores, Lucy Monsalves, definió la iniciativa como un anhelo largamente esperado. “Lo veíamos tan lejano, estábamos tan postergados y ahora estamos demasiado agradecidos”, agregó. A su juicio, este proyecto marca un cambio de mirada hacia las necesidades de un sector de la población que históricamente había quedado en segundo plano.
Víctor Hugo, miembro del Club Adulto Mayor Millaray, compartió la misma emoción. “Esto fue muy bonito (…), se necesita esto, porque hay muchos adultos mayores abandonados y aquí van a tener un refugio más”, comentó. Destacó además la comodidad de los baños y la existencia de un salón comunitario, espacios pensados en su totalidad para las personas mayores.
Por su parte, Ruth Manríquez, vecina de Lebu, resaltó la amplitud de las viviendas y la posibilidad de apoyarse mutuamente. “Las casas son muy amplias; sobre todo los baños, uno puede desplazarse sin dificultad”, expresó.