Regional
Crónica
10/07/2025
Con la tarea de enfrentar los efectos del cambio climático, reducir el uso de insumos externos y avanzar hacia modelos de producción más sustentables, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) completó el primer ciclo del Programa de Transición a la Agricultura Sostenible (TAS) en la región del Biobío, en colaboración con el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).
La ceremonia de egreso se realizó en el Centro de Educación y Tecnología Bio Bio en Yumbel, marcando el cierre de un ciclo de dos años en el que 72 productores de las comunas de Cañete, Los Álamos, Arauco, Curanilahue, Hualqui, Florida, Laja, Tomé, Penco, Yumbel, Mulchén y Nacimiento, recibieron acompañamiento técnico personalizado, formación en prácticas agroecológicas e incentivos económicos.
"Como Gobierno estamos impulsando a que las y los agricultores puedan producir más y mejor con menor impacto ambiental. A través del programa TAS dimos un paso concreto hacia la agroecología, instalando capacidades y generando condiciones reales para una transición sostenible en las tres provincias de nuestra región", señaló Fabiola Lara, directora regional de INDAP Biobío.
Durante la ejecución de esta iniciativa, los equipos técnicos de INIA realizaron diagnósticos, diseñaron planes de transición individuales y acompañaron en terreno a los participantes en temáticas como manejo de suelos, biodiversidad, gestión del agua y manejo ecológico de plagas y enfermedades.
Además, se canalizaron más de $80 millones en inversiones destinados a herramientas, infraestructura e insumos que potenciaron esta transición, logrando financiar sistemas de cosecha de aguas lluvias, composteras, biofertilizantes, salas de higienización y otras iniciativas productivas con enfoque agroecológico.
En ese sentido, Héctor Lozano, agricultor y usuario beneficiado de Cañete, destacó que luego del curso “nunca más en mi parcela vamos a aplicar químicos, nunca más, así mi familia entera siga por el camino mío” y agregó que “tratamos de que nuestros hijos, nuestros nietos y bisnietos tengan que vivir la agricultura sostenible. Y gracias al TAS, nosotros fuimos aumentando nuestros conocimientos”.
Entre las prácticas adoptadas destacó el uso de abonos verdes, compost y cobertura vegetal, técnicas de labranza mínima, incorporación de corredores biológicos, rotación de cultivos y desarrollo de huertas diversificadas. Asimismo, se realizaron capacitaciones grupales, intercambios de saberes y talleres orientados a fortalecer la comercialización diferenciada de productos agroecológicos.
Por su parte, Javier Chilian, director de INIA Quilamapu, apuntó que “para nosotros como INIA,fue súper importante esta vinculación porque nos permitió poder llegar y acceder a un público que normalmente nosotros no accedemos, que son los agricultores de INDAP. Lo que sí tenemos es conocimiento. A lo largo de todos estos años hemos venido desarrollando prácticas sustentables agroecológicas”.
El egreso de este primer grupo representa un hito para la región, al consolidar un modelo de acompañamiento técnico que promueve la soberanía alimentaria, la recuperación de prácticas tradicionales y el fortalecimiento del rol de la agricultura familiar campesina en la seguridad alimentaria del país.
Por eso, Lucrecia Ríos, agricultora de Laja y egresada del programa, agradeció la oportunidad, ya que “para nosotros ha sido un trabajo muy bonito, una experiencia maravillosa, puedo decir que gracias a la ayuda que hemos recibido a través de INIA e INDAP hemos aprendido lo que es la agricultura ecológica, lo que es muy importante para nosotros para recuperar nuestros campos”.
Desde INDAP el director nacional, Santiago Rojas, presente en la clausura del programa, adelantó que “se viene un nuevo ciclo del TAS, donde de nuevo vamos a tener cupos para más productores y productores de la región para que sigamos avanzando con este desafío tan grande que tenemos.”
A partir de esta primera experiencia, el instituto proyecta establecer predios demostrativos y continuar promoviendo el trabajo colaborativo entre productores, generando una red territorial que promueva con fuerza la agroecología en la región del Biobío.