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Crónica
21/01/2025
La noticia sorprendió a varios. Es que con la digitalización no muchos pensaban que el Servicio de Impuestos Internos (SII) se empeñaría en exigir el comprobante de pago impreso a quienes emiten boletas electrónicas de ventas y servicios o reciben pagos a través de medios de pagos electrónicos en ventas presenciales.
Pero así fue. La entidad informó que la medida comenzará a regir a partir del 1 de mayo. ¿Su objetivo? Velar por el cumplimiento tributario en materia del IVA y combatir la evasión. La idea, así, es asegurar "que el impuesto que pagan en cada compra llegue al Estado y dejando respaldo de las compras realizadas".
"La experiencia acumulada por este servicio ha evidenciado que la ausencia de representación impresa de los documentos tributarios electrónicos en operaciones presenciales dificulta la labor de los funcionarios del servicio en terreno", indicó la entidad.
Las multas y la opinión del comercio
Las multas por incumplimiento se encuentran en el Código Tributario. Van desde el 50% al 500% del monto de la operación, con un mínimo de 2 Unidades Tributarias Mensuales (unos $134 mil) y un máximo de 40 Unidades Tributarias Anuales (alrededor de $32 millones). Pero, ¿qué piensa el comercio sobre la nueva resolución? Hay distintas opiniones.
José Pakomio, de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) dice que se trata de una "medida positiva, porque desincentiva la evasión del IVA y refuerza el deber de entregar la boleta. Sin embargo, resulta fundamental mantener la opción del envío electrónico de este documento". "Muchas veces es fácil perder el registro físico, por lo que las alternativas digitales son una excelente herramienta, siempre que se pueda garantizar su uso correcto", asegura.
Y agrega: "Es clave educar a la ciudadanía sobre la importancia de solicitar la boleta, ya que representa una garantía de la compra para ejercer los derechos propios del consumidor y refuerza el compromiso con el comercio formal". Desde la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), en tanto, Carlos Soublette, gerente general, habla de un "retroceso".
"Se deberían evaluar las alternativas digitales tanto para los comprobantes de pago como para el comprobante tributario. En todos los modelos de negocios, seguimos avanzando en digitalizar procesos y esto podría ser un retroceso que tendrá costos para las más pequeñas empresas y que genera una gran duda respecto de la validez o no de los documentos digitales", sostiene.