Durante este año 4 mujeres de la Región del Biobío fueron víctimas de femicidios consumados, otras 13 sufrieron femicidios frustrados y 7 de femicidios tentados.

Aunque se trata de casos de violencia extrema hacia las mujeres que usualmente tienen una mayor cobertura mediática, desde el Gobierno y servicios relacionados apuntan a la necesidad de abordar esta violencia de género con perspectiva de seguridad pública, sobre todo ante el alza de las denuncias por violencia intrafamiliar y la constante activación del Circuito Intersectorial de Femicidios (CIF).

Marco Millar, coordinador regional de Seguridad Pública, expuso que "en Biobío el 17% de los delitos corresponden a violencia intrafamiliar, es decir, es el segundo delito más común en la zona después de los hurtos. Además, cerca del 85% de las víctimas son mujeres. Hemos tenido un aumento de las denuncias a partir de campañas, después de la pandemia, pero aún así es un fenómeno que muchas veces queda fuera de la discusión de seguridad pública".

Reconocido como un problema con un impacto que además de afectar gravemente a las víctimas y su círculo cercano, Lissette Wackerling, directora de SernamEG, explicó que los estudios aún indican que las mujeres víctimas de violencia suelen tardar un promedio de 7 años en realizar algún tipo de denuncia, por lo que el foco del trabajo del servicio y otras instituciones ha estado puesto en la prevención y trabajo con la comunidad.