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Crónica
Salud
30/08/2024
Un equipo de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (FAVET) de la Universidad de Chile inició una investigación con el objetivo de estudiar a las cotorras argentinas, la que terminó con un significativo hallazgo: Detectaron que esta especie porta una bacteria capaz de transmitirse a otras aves y también a los humanos. Se trata de la bacteria Chlamydophila psittaci, la que provoca la enfermedad conocida como "fiebre del loro".
Lo anterior adquiere relevancia porque es común ver estas aves en las áreas urbanas de la Región Metropolitana. Si bien su llegada al país comenzó en la zona oriente de la capital, actualmente las encuentras en todas las comunas de Santiago, siendo considerada una especie invasora en 19 países, entre ellos, Chile.
Bajo el título "Seropositividad a Chlamydophila psittaci en cotorras argentinas (Myiopsitta monachus) invasoras de la ciudad de Santiago de Chile", el estudio del equipo de investigadores conformado por Matilde Larraechea, Cristóbal Briceño, Galia Ramírez y Alejandra Sandoval-Rodríguez fue recientemente publicado en la Revista Chilena de Infectología.
Según informó el veterinario y académico de FAVET, Cristóbal Briceño, esta bacteria -en el caso de las cotorras- es excretada en grandes cantidades en las heces y secreciones respiratorias de aves infectadas, lo que puede producir una enfermedad aguda o crónica, dependiendo de la cepa, la especie hospedera, la edad y la condición del ave infectada.
Esta enfermedad es de naturaleza zoonótica, lo que significa que puede ser transmitida de las aves a los humanos, pudiendo causar la enfermedad infecciosa "psitacosis humana", con diferentes escenarios clínicos: desde una enfermedad leve similar a la influenza, hasta un cuadro letal con falla multiorgánica.
La veterinaria e investigadora de FAVET y quien lideró el estudio, Matilde Larraechea, advirtió que en periodo reproductivo de esta especie, muchos pichones caen de los nidos y las personas los llevan a sus hogares.
"Es una situación de riesgo, habiendo encontrado una bacteria, sabemos que se puede transmitir a las personas. Hasta ahora, conocemos un caso en Brasil, ya que una familia había comprado cotorras argentinas en el comercio ilegal como mascotas y esta situación derivó en la transmisión de esta misma bacteria. Provocó siete casos de neumonía severa y seis hospitalizaciones", especificó.
Otros patógenos
Además de la bacteria Chlamydophila psittaci en cotorras argentinas, Briceño comentó que también han descrito otros patógenos que pueden enfermar a personas.
"Encontramos por primera vez en Chile la presencia de un ácaro que no se había descrito antes aquí y que abunda en nidos y pichones de cotorras. Este ácaro, también puede picar a personas, pudiendo ser un potencial vector de otros patógenos como virus y bacterias", explicó. También encontraron que, en cotorras adultas, existe una alta prevalencia de Cryptosporidium meleagridis, un parásito de las aves que puede producir diarrea en las personas y generar cuadros complejos.
Este protozoo se elimina por las heces y puede mantenerse -e infectar- en el ambiente por seis meses. "Como las cotorras se han mantenido en ciudades y buscan árboles en altura que abundan en plazas, estas áreas verdes podrían ser focos de riesgo para las personas. Además, al ser muy abundantes y volar sobre las ciudades, a través de sus deposiciones, las cotorras podrían estar contaminando la ciudad con estos y otros patógenos, poniendo en riesgo la salud humana y animal", concluyó Briceño.