Todos quienes han tenido la dicha de ser padres, entienden en ese instante lo que significa ser hijo. A partir de allí, se inicia el ciclo de la vida y se comprende lo que fue para nuestros padres criarnos y sacarnos adelante.

Bajo esta perspectiva, surge la pregunta: ¿somos el mejor emprendimiento de nuestros padres? Si lo analizamos desde un punto de vista empresarial, la respuesta no es tan sencilla.

Sin ser ellos expertos en el tema, sin ser empresarios en el sentido tradicional, sin un conocimiento profundo del proceso, de evaluación de proyectos, de balances, gastos operacionales, gastos administrativos, VAN, y a veces solo con experiencias de empresas similares de generaciones anteriores, nuestros padres se embarcaron en la aventura de ser padres. Algunos con un plan, otros no, siendo pa(ma)dres biológico(a)s, adoptivo(a)s o pa(ma)drastro(a)s, o incluso padre y madre a la vez. Un sinfín de realidades que cada uno ha vivido de forma distinta.

Emprender como padres implica redirigir gastos a otras prioridades, dedicar tiempo a nuevas actividades, organizar tareas, dar instrucciones, enseñar y delegar, premiar y castigar, controlar y administrar recursos, ahorrar o endeudarse para mejoras en infraestructura, capacitación, bienestar, alimentación y transporte.

En resumen, es una empresa con muchos gastos y sin ingresos económicos, pero que genera inmensas satisfacciones, nos enriquece en otros aspectos, nos permite disfrutar de los éxitos y sufrir con los fracasos de nuestros hijos. Es un trabajo único e intransferible, donde la preocupación por el bienestar de nuestros hijos es constante hasta el último día de la empresa.

Un camino lleno de ilusiones, metas y objetivos, donde algunas cosas no salen como se espera, pero donde la experiencia y el camino recorrido son el mayor beneficio. Por eso siempre debemos reconocer el trabajo de nuestros padres, y que nuestros hijos vean ese reconocimiento, para que entiendan con el ejemplo lo que es ser hijo.

Esta opinión, por supuesto, es personal y solo busca abrir un espacio para la reflexión y el diálogo.

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