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Crónica
08/07/2024
Por Eduardo Bascuñán
La Ley de 40 horas, como factor primordial, busca propiciar la gradual baja de horas trabajadas, con el fin de pasar más tiempo en familia. Esto ha presentado desafíos para las empresas y en particular para el rubro del transporte de cargas. Es por esto que algunos gremios del Biobío han presentado propuestas a autoridades, pero acusan que no han sido escuchadas.
La aplicación de la Ley 21.561 o mejor conocida como la Ley de 40 horas, trajo consigo muchas interrogantes respecto de cómo se ajustarán las empresas a la nueva norma. Es por eso que, mediante la Ley 20.271, la cual modifica el Código del Trabajo añadiendo los artículos 25 bis y 26 bis, modificó la particular situación de choferes y auxiliares de servicios de transporte, la locomoción colectiva y choferes de carga.
“La jornada ordinaria de trabajo de choferes de vehículos de carga terrestre interurbana, no excederá de ciento ochenta horas mensuales, la que no podrá distribuirse en menos de veintiún días”, según se informó en el Diario Oficial.
En definitiva, el transporte de carga y sus choferes no podrán superar las 180 horas de trabajo mensual, y también, según estableció la mencionada modificación; estos no podrán conducir por más de 5 horas.
La Ley de 40 horas sostiene que los rubros de transporte antes mencionados tengan una categoría diferente, llamadas jornadas especiales. De tal manera que sólo algunos sectores puedan mantener la jornada de 180 horas mensuales, pero con condición de que el/la empleador/a compense al chofer con seis días de feriado legal adicional.
Al respecto, Freddy Martínez, presidente de la Federación de Camioneros Centro-Sur, afirmó que ésta situación corresponde a la particularidad del trabajo de transporte de carga, por lo que “los conductores salen de sus bases de carga y van planificando su viaje en función de los tiempos que la ruta les va indicando, pero no muchas veces se realiza un registro muy riguroso”.
Esto radica en que son un rubro que no tiene una fiscalización directa sólo un seguimiento continuo y en algunos casos, dependiendo de la carga, por GPS. En ese sentido, Martínez afirmó que la necesidad de bajar la cantidad de horas trabajadas tendrá siempre una fuerte relación con la posibilidad de los trabajadores de descansar entre viajes.
“No tenemos donde estacionar, por lo tanto, el descanso nuestro depende de dónde podamos pararnos, los conductores están viajando y manejando ininterrumpidamente, porque donde nosotros nos paramos nos asaltan”, aseguró el representante gremial.
Se sostiene, en ese sentido, una crítica constante e ininterrumpida. La falta de infraestructura y la inseguridad del rubro, sobre todo pensando en las cargas de alto valor, por ejemplo: el salmón.
“El 52% del salmón que se transporta llega a los puertos de la octava Región, y desde la misma planta de carga, en la zona de Chiloé, se nos sugiere no parar producto del alto valor de la carga. (…) Desde la zona de carga, hasta su llegada en los puertos del Biobío, hay más de 650 kilómetros, y eso es mucho más que 5 horas continuas de manejo. Este es el tipo de camión que más se nos roba. De este tipo de carga, son al menos unos 100 camiones que estamos transportando al mes”, afirmó el representante de los camioneros del Centro – Sur.
Aunque actualmente, los camioneros poseen seguros que rondan entre el 60% y 70% el porcentaje restante, debe ser compensado por los dueños y choferes, siendo esta una de las principales razones para la quiebra constante de empresarios del rubro.
Es que según lo que expuso el gremio en el Congreso a comienzos de este 2024, serían unos 300 camiones robados al año, que se evaluaron en unos $200 millones que han significado incluso quiebras para pequeñas empresas del transporte de carga a lo largo del país.
En una línea similar, el gremio de camioneros del Centro – Sur solicitó que cuando se concrete la Ley de Infraestructura Crítica, sean consideradas las carreteras por el alto impacto que tendrían estos robos en su desarrollo económico; así también, se solicitó que comisarías de Carabineros ubicadas en las carreteras frecuentadas por camioneros, puedan ser habilitadas con servicios básicos para la pernoctación de los trabajadores.
“Creemos que lo primero es que se habiliten lugares donde exista la presencia policial para que puedan pernoctar los camiones con ciertas condiciones básicas, que haya iluminación, que haya una patrulla o que haya una garita con carabineros y que existan las condiciones básicas para las necesidades mínimas de nuestros choferes”, aseveró Martínez.
Desde un punto de vista bastante similar, Daniel Meza, presidente de la Asociación de Transportistas Industriales Interportuarios de Chile, aseveró que “tal vez el 2027 ni siquiera se piense en concretar esta Ley para camioneros, porque ya estamos empezando a ver los estragos que están ocurriendo con la ley de las 40 horas en algunas empresas”.
“Entonces, aquí hay una desconexión con la realidad. Nosotros tenemos un país que tiene más de 4.000 kilómetros de largo, lo que significa que hacer viajar conductores y dejarlos en hoteles, en pensiones, significa dejarlos lejos de sus casas; muy diferente a lo que busca esta ley que es pasar más tiempo en familia”, aseveró Meza.
Asimismo, el líder gremial afirmó que el rubro no realizará mayores variaciones hasta el año 2026, debido a que la “realidad de la actividad, tanto como la problemática de la infraestructura y la inseguridad en las carreteras, no lo permite”.