Las razones de para qué emprender son muchas y dependen de la realidad que está viviendo cada persona en el momento que decide hacerlo, desde aventurarse para obtener más tiempo, independencia, autonomía, crecimiento personal y profesional, hasta razones más profundas como perseguir un sueño, obtener prestigio en su rubro, libertad financiera que permita aumentar sus ingresos, y también por un propósito claro que busca generar un cambio en la sociedad a través de lo que hace.

Puedo imaginar que existen muchas personas motivadas por emprender en “algo propio”, pero no tienen claro cómo hacerlo o bien les falta “creerse el cuento” y dar ese pequeño gran salto que es salir de donde están actualmente, la llamada zona de confort, o donde hay menos riesgo, pudiendo dejar atrás la seguridad de un empleo estable. 

Gratamente, en este último tiempo he conocido a muchas personas que han tenido esa cuota de locura o valentía de partir con su emprendimiento, donde este emprendimiento, o este nuevo hijo, es el reflejo de su pasión y propósito, que sin duda nace de un llamado interno de desarrollar algo innovador que solucione algún tema social, comunitario, medioambiental, de inclusión, sostenibilidad o simplemente de bienestar.

Por lo anterior, se podría decir que los emprendedores, a través de su valentía, quieren manifestar su espíritu inconformista que busca más allá de lo ya establecido y de lo que ya se hace así porque así siempre se ha hecho. Respetarlos por eso, y siempre apoyarlos en la medida que se pueda, comprando, contratando y prefiriendo sus productos y servicios.

Especialmente a los emprendedores del Bio Bio y Araucanía, que sigan siendo una inspiración para que los demás podamos perseguir nuestras propias pasiones y contribuir al crecimiento y progreso de la sociedad.

La anterior opinión es personal, si crees que vale la pena compartirla, agradecería lo hicieras y pudieras darle like. 

Autor: Máximo Martínez Campos