Regional
Crónica
Mundo Agrícola
26/06/2024
En un contexto de zona de catástrofe, inundaciones y personas como empresas afectadas por los sistemas frontales que han azotado la región del Biobío, gremios del ámbito agrícola rescatan -entre lo positivo- la acumulación de agua y nieve para la próxima temporada.
De hecho, se prevé que la producción agrícola regional más beneficiada con el agua caída hasta ahora corresponden a remolacha azucarera, la achicoria industrial, el maíz, los trigos de ciclo corto, las hortalizas, praderas y todos los huertos frutícolas, según la Sociedad Agrícola del Biobío (Socabio).
Por su parte, desde la Asociación de Canalistas del Laja estiman que “los beneficios son mayores que los daños en cuanto a los canales y el riego”.
José Miguel Stegmeier, presidente del gremio agrícola de Biobío, afirmó que “los últimos frentes fueron más fríos, lo que está significando importantes acumulaciones de nieve en nuestra cordillera, lo cual nos beneficia en cuanto a la disponibilidad de agua para riego y obviamente también para consumo humano y animal”.
A su vez, el dirigente gremial del sector agricultor de la Región, detalló que “cultivos anuales como la remolacha azucarera, la achicoria industrial, el maíz, los trigos de ciclo corto, las hortalizas, praderas y todos los huertos frutícolas, aseguran con estas reservas nivales una buena temporada en lo que se refiere a disponibilidad de agua para riego. Adicionalmente, estas abundantes lluvias han recargado los acuíferos, por lo que también los pozos y las vertientes para abastecimiento hídrico local, también aseguran la normal disponibilidad de agua”.
Los bosques
Respecto a la situación de los bosques, José Miguel Stegmeier señaló que “en lo relativo al desarrollo de los bosques, años de altas precipitaciones mejoran su crecimiento, por lo que seguramente el incremento de volumen será mayor esta temporada”.
Desde una perspectiva de los daños dejados por los sistemas frontales, Stegmeier apuntó a que “una de las situaciones críticas que están ocurriendo por estas lluvias tan intensas, es el arrastre de tierra en aquellos suelos que están sin cobertura vegetal, sobre todo aquellos que sufrieron incendios forestales y no se han plantado. Hace años que no teníamos índices de erosión tan altos por estos efectos. Además, nos faltan embalses para acumular estas aguas, los que además de asegurar el riego, pueden tener otros importantes propósitos, como son la mitigación de las crecidas de los ríos y esteros, eventualmente generar energía, idealmente destinarlos también al turismo y contar con espejos de agua para combatir los incendios forestales”.
Buena temporada de riego
Pamela Gatti, seremi de Agricultura de Biobío indicó que “la situación de este año es que hemos tenido importantes eventos de inundaciones, que si bien fueron muy perjudiciales para la infraestructura, y dañaron de forma muy directa a los agricultores. De la misma forma, se tiene un aumento de las reservas de agua relacionado con los acuíferos, por lo cual se espera una buena temporada de riego”.
En tanto, Héctor Sanhueza, gerente general de la Asociación de Canalistas del Laja, confirmó que “efectivamente, miramos con alegría estas lluvias para el caso del sistema Laja porque de alguna manera van generando una recuperación. El año pasado tuvimos una recuperación significativa y, con esto, generamos una mejor expectativa y mirar con optimismo las próximas temporada de riego”.
Requerido acerca de la acumulación de nieve en la montaña, el gerente general de la Asociación de Canalistas del Laja explicó además que “se dio un doble escenario ya que en el primer sistema frontal la isoterma cero fue bastante alta alrededor de los 2.800 metros, por lo tanto, la lluvia se llevó esa nieve, pero en el último frente, la isoterma fue bastante más baja y hoy día se puede apreciar a simple vista en la cordillera bastante nieve acumulada”.
Daños en infraestructura
En cuanto a la situación de los canales de la asociación y eventuales ayudas del estado por la afectación de la infraestructura, el ejecutivo adelantó que en los próximos días se realizará una reunión con las autoridades quienes habrían mostrado bastante preocupación por los daños del sector.
“Todavía estamos haciendo la evaluación de lo afectado porque aún hay zonas inundadas y no se ha podido evaluar bien pero lo que hemos visto son algunos derrumbes y mucho árbol que estaba en la ribera de los canales que con el viento y saturación de los terrenos por el agua cayeron dentro de los canales…(). Normalmente, desde el punto de vista de la infraestructura de riego, las partes más bajas, las finales de la infraestructura de riego son las que más sufren, porque los canales de riego se construyen de más a menos, es decir, a medida que van avanzando, tienen una menor capacidad y en el caso de aquellos destinados para aguas lluvia son al revés, donde los desagües son cada vez más grandes”, afirmó.
Del mismo modo Héctor Sanhueza contó que “el agua caída ha sido muy abundante lo que ha ocasionado ciertas dificultades toda vez que los canales de riego fueron sometidos a una condición poco habitual en que hubo casos en que hubo que sortear agua de lluvia más allá de la capacidad de los canales entonces eso genera inundaciones de los terrenos aledaños y, por otro, lado afectación a la propia estructura de los canales” y agregó que “en general, los beneficios que se esperan de todas estas lluvias, son definitivamente mayores que los costos o los perjuicios que se pudieron haber provocado”.
Comisión Nacional de Riego
“En relación a lo ocurrido con los últimos sistemas frontales que han afectado a la región del Bíobío, y que han generado una gran pluviometría concentrada mayoritariamente en el valle y la cordillera de Nahuelbuta, éstos han generado en general menores daños en comparación a lo ocurrido el año pasado”,comentó Iván Cárcamo, coordinador regional de la Comisión Nacional de Riego.
“Los daños han sido por crecida de algunos ríos o esteros; y otros por efecto indirecto, ya que los canales han servido de drenaje de los diferentes terrenos adyacentes, esto ha provocado algunos daños o por movimiento de masas en canales que se encuentran junto a alguna formación montañosa o daño por exceso de caudal para lo cual no están diseñados estos canales”, concluyó.