Hasta el 6 de marzo, alrededor de 306 mil escolares de la región volverán a sus establecimientos educacionales, por lo cual el seremi de Educación inició la campaña “Volvamos a clases, que nadie falte”, instruyendo a los alumnos a evitar la deserción escolar que, por motivos de covid-19 y desastres naturales, se vio en aumento estos últimos años.

A diferencia de cómo estaba la situación en años anteriores, el seremi (s) de educación, Matías Aravena, indicó que este año "hemos aprovechado que tenemos un verano mucho más tranquilo que el año pasado, con menos incendios, lo que nos ha permitido que la infraestructura no sufra daños ni, sobre todo, que haya daño en las condiciones socioemocionales de los estudiantes. Es un arranque de año escolar que tiene mucha más normalidad que el año pasado, o en 2022 con la vuelta a la presencialidad".

Junto a lo anterior, el seremi sostuvo que en 2022 la asistencia a inicios de año fue inferior al 85%, pero que han avanzado paulatinamente en acortar esa brecha: “en 2022 ese promedio regional era de un 83,6% y hoy estamos en un 85,9%, con un aumento significativo de un poco más de un 2,3%, que significa cerca de 12 mil estudiantes que están asistiendo con más regularidad a clases. El objetivo es avanzar a que el promedio sea lo más normal posible en la Región, siendo superior al 90%".

A nivel intersectorial, los principales servicios públicos alistan la coordinación para el 5 de marzo, llamado "súper martes", cuando más de 240 mil alumnos vuelvan a las aulas. Desde el Ministerio de Educación apuntan el foco a la continuidad del proceso educativo y a dar seguimiento a los planes especiales que están llevando los colegios en reconstrucción, además de fortalecer el reintegro de niños, niñas y jóvenes que han desertado del sistema.

Con respecto a los desafíos centrales, el seremi (s) explica que "hay una dificultad que estamos enfrentando con programas y recursos, pero también es indispensable tener una infraestructura educativa acorde a las comunidades, motivando a los niños y niñas a volver a clases. En ese punto, también apuntamos a que se fortalezca la matrícula en la educación pública, algo que nos entusiasma mucho que ocurra junto con la reinserción de aquellos estudiantes que no asisten a clases".

Desde 2022 se ha trabajado en 37 establecimientos por proyectos de emergencia, 19 por proyectos de conservación y otros 10 que han sufrido daños por los incendios del año pasado. Por esto, Aravena declara que se contempla un plan de contingencia para asegurar la continuidad del servicio educativo en estos 66 establecimientos y otros que están en obra actualmente.

“Hay varias intervenciones grandes en infraestructura educativa, y se requiere que puedan continuar las clases mientras se realizan estas obras", explicó la autoridad. Además, sentenció que para aquellos recintos que no cuenten con espacios habilitados para recibir a escolares, "optamos a un montón de modalidades para abordar estas contingencias frente a las reparaciones, ya sea la reubicación en otros establecimientos o incorporar estructuras modulares mientras las obras se realicen, entre otras, y todo dependiendo de la demora que haya en los trabajos, ya sean tres a cuatro meses, o uno o dos años".