Un preinforme de la Contraloría General de la República entregó los resultados de una auditoría a las transferencias realizadas por el Gobierno Regional del Biobío, en el marco del caso convenios. 

Entre lo indagado, están los convenios firmados con la fundación Procultura, que recibió 2.553 millones de pesos para desarrollar distintos programas, lo que fue recibido de manera rápida y sin mayor trámite. 

Sin embargo, se constató que la ONG no reintegró 990 millones de pesos por el proyecto "Competitividad de oferta turística y creativa, puesta en valor de la identidad cultural del Biobío", por lo que el GORE indicó que hizo efectivo el cobro de la garantía. 

El gobernador Rodrigo Díaz dijo que está "en trámite de los cobros de las pólizas y estamos, tal como lo informamos en su minuto, ejerciendo acciones legales intentando recuperar parte del patrimonio que nosotros traspasamos y respecto del cual nos sentimos defraudados".

Por otro lado, de los 990 millones, 5,8 millones de pesos fueron gastados en cerveza y coctelería en una actividad del RECPRO, una iniciativa paralela al festival REC, siendo una especie de capacitaciones al mundo de la industria creativa musical que realizaba un evento.

El diputado Eric Aedo (DC) lo calificó como "indignante" y "una bofetada a los habitantes de la región cómo se dilapidan los dineros del gobierno regional en compras de cerveza entre los amigos. Simplemente un dinero malgastado".

La diputada Karen Medina (PDG) señaló que "Contraloría cuestiona casi 6 millones de pesos de rendiciones en cervezas. Lamentablemente este modelo ha sido usado y permitido por muchas autoridades que hoy día están en cargo y en ejercicio. Y, sabiendo que esto no presta una utilidad frente a las emergencias o a las necesidades urgentes, se ha permitido y se ha seguido dando contratos para limpiar bancas y haciéndose cargo a fundaciones inexpertas".