La fiscal jefa y un fiscal adjunto de Los Ángeles fueron suspendidos de sus cargos, esto mientras se investiga administrativamente su responsabilidad en supuestos hechos de corrupción.

También fueron separados otros cuatro funcionarios de menor rango, en una medida que es temporal, pero que depende de los resultados finales del sumario en desarrollo.

Seis son hasta ahora los funcionarios del Ministerio Público separados o suspendidos de sus funciones en Los Ángeles, como primera medida adoptada en el sumario abierto por posible tráfico de influencias al interior del organismo persecutor.

Además de cuatro gestores, fueron separados de sus cargos la fiscal jefe María Gemita Rojas y el fiscal adjunto, Rodrigo Durán, en una causa que además tiene una arista penal por el delito de violación de secreto y que lleva adelante la Fiscalía Regional de Ñuble.

La medida de suspensión se dictó previo al allanamiento de la Fiscalía de Los Ángeles la semana pasada, diligencia a través de la cual se reveló las indagatorias abiertas -una administrativa y otra penal- a partir de la denuncia que habría realizado una fiscal

Lo que se investiga es la posible filtración de información -a cambio de prebendas o regalos- desde la Fiscalía, a través del fiscal Durán, a la oficina de abogadas de su esposa Andrea Romero, quien trabaja con su socia Susana Cortes en la defensa de imputados en causas por narcotráfico.

Consultada la Fiscalía Regional del Biobío sobre estas medidas, a través de un comunicado señaló que no podía referirse a la arista administrativa, invocando el secreto de la investigación.