En la antesala de la reunión entre el Gobierno -a través del Ministerio de Economía- y la siderúrgica Huachipato, autoridades de la Región del Biobío y sindicatos de la compañía anunciaron que se declararon "en alerta", deslizando que si se concreta la caída de la compañía, se podría generar un efecto dominó que golpearía a otras empresas de la zona.

El titular de esa cartera, Nicolás Grau sostuvo que "lo que nosotros vamos a hacer es sentarnos con la empresa y tratar de ver soluciones alternativas y hacer nuestro mayor esfuerzo porque se revierta esta decisión".

Afirmó tras ser consultado si es que desde el Gobierno van a dejar "caer" a la siderúrgica. Esto, frente a la decisión de la siderúrgica de suspender indefinidamente sus operaciones ante los efectos la "competencia desleal" de parte de empresas de acero chinas y los aranceles "insuficientes" recomendados por la Comisión Antidistorsiones.

Ante esto, el gobernador de la Región del Biobío, Rodrigo Díaz, enfatizó en que "esto no es un problema de caridad de la empresa Huachipato. La empresa ha hecho inversiones el año pasado y sigue haciendo este año para mantenerse operativa, pero no puede competir cuando hay competencia desleal". Por esa razón es que anunció que "nos declaramos en alerta".

Pero, ¿qué significa declararse en alerta? Según explicó la autoridad regional, se trata de que "vamos a subir unas banderas negras como muestra de nuestra preocupación en el frontis de nuestro edificio". Además de que Díaz va sostener una serie de reuniones y que compartirán información detallada junto a los trabajadores para que "la comunidad regional entienda lo que está pasando".

"Vamos a acompañar a los trabajadores también en su reunión que tienen convocada para conversar con sus asociados el día 28 (marzo), que va a ser por la tarde", añadió. Por último, Díaz aseveró que "yo espero celebrar que se tomen medidas adecuadas (...) solo me interesa que esto se rectifique para que nuestra gente sienta el alivio y no sienta que el león está entrando en la cocina".

En tanto, el alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, afirmó que todos los municipios de la provincia de Concepción tendrán una bandera negra en el frontis y resaltó que "como lo es para toda la región del Biobío y el país. Si cierra Huachipato, entonces puede cerrar cualquier empresa. Estamos hablando de una empresa potente".

A su vez, subrayó que las acciones que están llevando a cabo "no es en contra del Gobierno, para poder sacar el tema político del medio de la discusión. Lo que nosotros queremos es que esto se solucione, que Huachipato no cierre, que se entregue ese 33% para bolas de acero, el 25% también para barras".

Por su parte, alcalde de Talcahuano, Henry Campos, comentó que ayer en la noche recibió un llamado del ministro Grau, quien le manifestó que "iban a sostener la reunión con las empresas y que iban a tomar decisiones para poder salvar Huachipato".

"Espero que esas decisiones las aborden, si es que lo van a hacer, de la manera más rápida y pronta posible. Entre ello, señaló que no descartaba que algunas de esas decisiones pudieran ser legislativas y que requiriera la intervención del Congreso", complementó.

Por eso, la autoridad regional llamó a los parlamentarios de la región del Biobío "a aunar las fuerzas para buscar una salida, no para la compañía privada de Huachipato, sino que para los trabajadores". "Lo que aquí hemos pedido no es que haya un salvataje, hasta ahora.

Lo que hemos pedido es que se apliquen las medidas correctivas del libre mercado", concluyó. "Si cae Huachipato, caen otras empresas más", subrayó. "El mensaje que le estamos entregando al resto de las empresas, que a lo mejor no tiene un nivel estratégico, es que el Estado no se va a preocupar de ellas", setenció el alcalde.