Luego de un 2023 en que la inversión sectorial registró una caída de 4% anual, la construcción enfrenta el 2024 con una inversión agregada que continuará siendo negativa, especialmente por el escaso dinamismo que presentaría la inversión privada, en materia de vivienda e infraestructura.

Esta es una de las principales conclusiones del Informe de Macroeconomía y Construcción (MACh) 65, que este mes presentó la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), en donde hace un balance de la actividad sectorial en 2023 y se proyectan cifras del año en curso.

Nicolás León, gerente de Estudios y Políticas Públicas del gremio, señaló que los resultados del año anterior “se explican porque la inversión, privada y pública, anotó desempeños negativos o nulos. La primera, por falta de grandes proyectos transformadores y, la segunda, por presupuestos nominales expansivos, pero no lo suficiente como para contrarrestar la alta inflación vivida”.

En particular, los proyectos de infraestructura productiva se vieron especialmente afectados por la incertidumbre político-regulatoria, mientras que el mercado inmobiliario estuvo marcado por el aumento de las tasas de interés de los créditos hipotecarios y las condiciones más restrictivas exigidas por la banca para acceder a estos créditos y para que las empresas pusieran en marcha nuevas iniciativas.

Complejo escenario en el Biobío

En el Biobío, el último informe del Índice de Actividad de la Construcción Regional (INACOR) indica una caída del 7,7% a noviembre de 2023, que impacta negativamente en la industria, tras las bajas en los permisos de edificación, en contratación de mano de obra y consumo de cemento.

 El año pasado la caída en los permisos de edificación fue de un 24,3% a nivel regional, lo que refleja un estancamiento en inversión y crecimiento. En la provincia del Biobío en tanto, las superficies autorizadas para construcción disminuyeron en un 18% en 2023, respecto al año anterior, lo que se explica principalmente por una baja considerable en las superficies autorizadas en vivienda, que tuvo una variación anual del -25%.

“La que más preocupa de estos indicadores es la fuerte baja en vivienda”, expuso el presidente de la Cámara regional, Mario Zerega. “Un 25% menos de inversión en esta área significa que tenemos aproximadamente 7 mil viviendas para el tramo medio de la población sin satisfacer”.

Lo anterior es alarmante, agrega el líder gremial, porque “puede generar otros problemas derivados como viviendas irregulares, hacinamiento, usurpaciones y, en definitiva, deterioro urbano, lo que afectaría indudablemente la calidad de vida de las personas. Por ello, es necesario que se trabaje junto a las autoridades para revertir esta situación”.

Inversión y crecimiento 

El gremio ha visto un comportamiento en la industria que refleja haber perdido de vista la importancia de la inversión y el crecimiento, agrega Zerega. “En diciembre de 2012 la inversión llegó a representar el 28,5% del PIB, mientras que en septiembre de 2023, solo el 23%, lo que inevitablemente se ha ido traspasando a nuestro sector, provocando niveles de crecimiento muy bajos”.

En este sentido, el dirigente gremial expuso que “en la última década el PIB nacional solo aumentó un 1,9% anualmente, por lo que, si no hacemos algo, este débil crecimiento se podría mantener sin variaciones en los próximos diez años”.

Es por esta razón que la Cámara comprometió el apoyo del gremio en todas aquellas iniciativas que contribuyan a impulsar la inversión y a elevar el crecimiento futuro del país: “tenemos que convocar a todos los actores del sector público, del mundo privado y la sociedad civil, porque con más inversión, habrá más actividad, empleo y crecimiento para nuestra provincia y el país”, resaltó Zerega.