Cuatro de cada 10 chilenos (37 por ciento) consideran que está "socialmente aceptado" conducir ebrio durante las fiestas de Año Nuevo.

Así lo indica la tercera edición de la "Radiografía de Consumo de Bebidas con Alcohol", un estudio realizado por la Asociación Pro Consumo Responsable de Bebidas Espirituosas (Aprocor) junto con la empresa Cadem.

El sondeo también indica que más de la mitad de las personas (53 por ciento) cree que "poco o nada probable" que un conductor ebrio sea fiscalizado por Carabineros, dado que "nunca o casi nunca" se han enfrentado a controles policiales durante estas fiestas.

CIFRAS A TOMAR EN CUENTA

"Ser detenido por Carabineros" sigue siendo el principal temor a la hora de conducir en estado de ebriedad (54 por ciento), muy por encima de "causar daños físicos o la muerte" a un acompañante (17 por ciento), a un tercero, como un peatón (16 por ciento) o a sí mismo (13 por ciento).

Durante las fiestas, tres de cada 10 chilenos (31 por ciento) le darían permiso a su hijo menor de edad para beber; 25 por ciento considera probable que alguien de su círculo cercano conduzca ebrio, y el 21 por ciento de las mujeres siente presión para consumir alcohol.

Dentro de lo rescatable, un 93 por ciento cree razonable entregar las llaves del auto si va a beber en una fiesta; y ocho de cada 10 encuestados son conscientes de que no existe un tiempo determinado para volver a conducir tras haber bebido en una fiesta.

Juan Pablo Solís de Ovando, presidente de Aprocor, señaló que el estudio remarca la importancia del "llamado a la población a celebrar con moderación y a ser responsable de sus actos, y al mismo tiempo, (le necesidad de( seguir trabajando por una educación temprana y transversal sobre el consumo".

El sondeo incluyó a 500 encuestados: hombres y mujeres mayores de 18 años, residentes en distintos puntos del país y pertenecientes a los grupos socioeconómicos C1, C2, C3 Y D.