Crónica
Mundo Agrícola
Salud
27/12/2023
En virtud de que se inició formalmente el verano y con ello a los trabajos agrícolas de temporada, la Autoridad Sanitaria del Biobío está difundiendo en trabajadores subcontratados, de packing y cosecheros, temporeras y temporeros, pequeños productores y comunidades rurales en general, medidas de prevención para resguardar a este grupo expuesto a factores ambientales de alto riesgo para la salud.
“Además de entregar recomendaciones a trabajadoras y trabajadores agrícolas para prevenir enfermedades por radiación UV de origen solar, exposición a plaguicidas o trastornos músculo esqueléticos de extremidad superior, también estamos recordando a los empleadores que deben informar a sus trabajadores sobre los riesgos específicos de la exposición al sol, de acuerdo al Artículo 109 del Decreto Supremo 594 del MINSAL, así como entregar elementos de protección personal para evitar riesgos de exposición a plaguicidas, de acuerdo al Art. 21 del D.S.40”, declaró el Seremi de Salud del Biobío, Dr. Eduardo Barra Jofré.
Radiación UV de origen solar
Uno de los puntos de mayor cuidado para los trabajadores se orienta a evitar la exposición a radiación solar sin protección, debido a que produce efectos dañinos a corto y largo plazo, principalmente en ojos y piel, los que pueden ir desde quemaduras solares hasta cataratas a nivel ocular y tumores malignos.
Para ello, las recomendaciones de la SEREMI de Salud se centran en evitar la exposición directa a sol entre las 10 y 16 horas; realizar la colación en un lugar con sombra, usar protector solar con factor 30 o más, aplicándose 30 minutos antes de la exposición; beber abundante líquido para hidratarse, además de exigir elementos de protección personal, como protector solar, anteojos, sombrero y ropa adecuada.
Musculoesqueléticos
Debido a que el riesgo de desarrollar lesiones musculoesqueléticas puede ser alto por la demanda de movimientos de fuerza, repetitivos o realizados en posiciones incómodas, es que las recomendaciones de la SEREMI de Salud se orientan a reducir o pausar la fuerza de los movimientos, lograr la posición más cómoda posible para realizar acciones repetitivas y dar un espacio de reposo a músculos y articulaciones para no dañarlos.
Otras recomendaciones dicen relación con usar elementos de protección para evitar accidentes como caídas desde escaleras durante la poda, cosecha y amarre; al pisar mal en un terreno recién arado o al manipular maquinaria o equipamiento cortopunzante.
Ante una enfermedad o accidente laboral, la responsabilidad de atención y tratamiento corresponde a la mutualidad con la cual tiene convenio el empleador y no tiene costo para la trabajadora o trabajador.
Exposición a plaguicidas
Para evitar enfermedades por exposición a plaguicidas, que ingresan al cuerpo a través de ojos, respiración, piel o a través del consumo de alimentos contaminados, se debe respetar el “reingreso”, que corresponde a un tiempo mínimo de entrada al lugar donde se aplica el producto hasta que deje de estar activo; respetar el período de “carencia”, es decir, el lapsus en que no se puede cosechar o consumir frutas y verduras en las que se aplicó el producto; y por la “deriva”, que se refiere al desplazamiento en el aire de la nuble de plaguicida hacia un lugar no deseado.
A través de estas medidas se evita una eventual intoxicación por plaguicida, caracterizada por dolor abdominal, náuseas, mareos, dolor de cabeza, vómitos, visión borrosa, sudoración y picazón.
Un último aspecto relevante es cuidar los riesgos psicosociales, que corresponden a deficiencias en el diseño, la organización o la gestión del trabajo, que tienen la capacidad de afectar el bienestar y la salud de trabajadoras y trabajadores. En ese contexto, es obligación de las empresas medir el nivel de riesgo psicosocial.