La Seremi de Vivienda y Urbanismo de la región del Biobío una vez más se compromete con las familias de sectores rurales, quienes podrán obtener una vivienda adaptada a sus condiciones, sustentable y amigable con el medio ambiente a través de la cuarta versión del Concurso Vivienda Rural, en el marco del Programa de Habitabilidad Rural del Minvu, que tiene como objetivo promover la innovación en el diseño de proyectos de arquitectura, que sean pertinentes a los modos de vida e identidad de ellas. Las propuestas de viviendas rurales son susceptibles de ser desarrolladas y postuladas al Programa de Habitabilidad Rural D.S.10.

“Son muchos los beneficios que surgen desde esta iniciativa que mezcla al mundo público con el mundo privado y con la academia. Obviamente solo van a salir cosas virtuosas de este trabajo y, en ese sentido, este concurso es una oportunidad para poder recoger ideas, creatividad y todos los sueños que tienen los estudiantes, quienes podrán ver cómo desde una política habitacional pueden aportar a una mejor calidad de vida y un mundo mejor. Hoy los desafíos son múltiples como el déficit habitacional, la pertinencia, el cambio climático, etc.”, indicó el director (s) del Serviu, Álvaro Rojas.

El concurso tiene como objetivo general la presentación de propuestas de viviendas emplazadas en zonas rurales o urbanas menores de 5.000 habitantes en las comunas de Antuco, Alto Biobío, Yumbel, Florida, Contulmo y Tirúa, anteproyectos diseñados para ser construidos en sistemas industrializados en maderas, métodos tradicionales en madera y/o en materiales vernáculos como tierra, quincha, fardos de paja, entre otros.

La gerente de Madera21 de la Corporación Chilena de la Madera (CORMA), Carolina Hurtado indicó que “una vez estamos apoyando esta iniciativa. La idea es poder potenciar todo el tema de la construcción de vivienda rural, por ello, estamos potenciando nuevamente esta iniciativa como patrocinadores. Han salido proyectos bastante interesantes que tiene que ver con cómo rescatar desde los territorios la vida en cada uno de los sectores productivos y de ahí comenzar a realizar estas construcciones de viviendas que son muy interesantes y que tiene su característica especial, así que felices de poder aportar en este desafío”.

Además, la idea es que los alumnos de las distintas universidades se atrevan a diseñar propuestas innovadoras y reflexivas, teniendo como base la arquitectura de las zonas rurales, reconociendo el patrimonio arquitectónico local y que aporte a la calidad de la vivienda. También, se espera que los futuros profesionales puedan ampliar su mirada durante su formación en el desarrollo de la vivienda social y las familias que serán beneficiadas. Las propuestas ganadoras integrarán un banco de anteproyectos que podrán ser desarrollados y postulados a llamados de la política habitacional del Minvu.

Rocío Placencia, estudiante de Arquitectura de la Universidad San Sebastián manifestó que “es un desafío bastante interesante, siento que ayuda a los estudiantes para que se acerquen un poco más a la realidad y a resolver un tema bastante importante como lo es el acceso a la vivienda, pero sobre todo poder trabajar con personas y saber que al final el diseño que uno está creando va a tener un usuario real, eso nos saca un poco de la casilla de estudiante y nos lleva a formar lo que podemos hacer en un futuro”.

Por su parte, Felipe Villarroel, estudiante de Arquitectura de la Universidad San Sebastián comentó que “este es un desafío por toda la regulación que existe, pero también estoy motivado a participar del concurso, ya que es una ayuda a las familias y para nosotros porque así conocemos como se hacen las cosas afuera”.

El Colegio de Arquitectos ha sido parte de todas las versiones del Concurso Vivienda Rural como jurado y liderando proyectos de los alumnos que han participado en esta iniciativa.

En ese contexto, Romina Acevedo, integrante del directorio del Colegio de Arquitectos señaló que “hemos visto como está nuestro clima, el tiempo y el cambio climático, por lo tanto, todo lo que tiene que ver con estrategias de cómo vamos habitando de mejor forma la ruralidad y hacernos cargos de ciertas problemáticas en torno a la vivienda rural nos parece súper pertinente. Además, nos parece muy relevante reflexionar cuando te estás formando como arquitecto o arquitecta, creo que hace la diferencia cuando te tomas la profesión o el oficio de la arquitectura con un sentido más nutrido y el impacto que tenemos nosotros como arquitectos al momento de ejercer nuestra profesión”.

Diseño de la vivienda

La vivienda debe contener elementos arquitectónicos presentes en el territorio, con relación al clima, la geomorfología, pertinente a los modos de vida de las familias y ajustarse al Cuadro Normativo resumido del DS10, incorporando enfoque de género.

Además, debe tener una superficie mínima de 45m2 con un límite de 60 m2, incluyendo una ampliación, con 3 dormitorios, baño, cocina, sala-comedor y un recinto complementario como un taller o bodega.