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26/10/2023
"Podemos celebrar porque estamos sacando finalmente del Congreso, a pesar del Gobierno, una tremenda ley para Chile".
Con esas palabras, el presidente de la Comisión de Seguridad del Senado, Felipe Kast (Evópoli), resumió la postura de la oposición tras el avance del proyecto de Ley de Usurpaciones a su último avance, luego de que la Sala despachara a la Cámara de Diputadas y Diputados el veto presidencial.
Trece de los 14 observaciones fueron aprobadas por los senadores. Incluso, en algunas situaciones el Ejecutivo obtuvo el voto a favor de los congresistas opositores, quienes se vieron obligados a respaldar la propuesta de La Moneda ante el riesgo de que la iniciativa saliera con un marco jurídico menos severo.
La Cámara Alta aprobó, entre otros puntos, la eliminación de la polémica "legítima defensa privilegiada", que permitiría -a juicio del Gobierno- una "autotutela" o "justicia por mano propia".
Además, se suprimió una referencia a las usurpaciones "transitorias", lo que podía afectar tomas realizadas en un contexto de manifestaciones.
También se acogió una escala graduada de penas que vayan descendiendo desde la cárcel para aquellas tomas con violencia sobre personas, luego un presidio más bajo para ocupaciones con daños y finalmente un mecanismo intermedio, que quedaría en manos del juez, para aplicar multas o privaciones de libertad a quienes protagonicen usurpaciones "no violentas".
Asimismo, se aprobó una propuesta para que un propietario pueda pedirle a un tribunal un desalojo exprés sin necesidad de que termine el juicio.
Kast afirmó que "primero, vamos a tener flagrancia permanente. El Ministerio Público, las policías, van a poder actuar siempre; segundo, Carabineros siempre va a poder tomar detenidos a quienes usurpan, porque ahora la usurpación va a ser un delito y no simplemente una falta; tercero, toda usurpación violenta va a tener penas de cárcel, aún cuando sea violencia en las cosas; cuarto, todo reincidente que usurpe va a tener penas de cárcel; quinto, todo aquel que se dedique al negocio de la usurpación va a tener penas de cárcel".
"Es mejor que lo que había, porque hoy día no hay nada, pero lo que más yo lamento es que la mayoría parlamentaria quería una ley más firme en materia de usurpaciones y el Gobierno lo debilitó", dijo el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI), terminada la sesión.
"Yo lo lamento especialmente porque el Gobierno está desconfiando de lo que yo creo es el sentido común del Congreso", agregó el extimonel gremialista.
Por su parte, la ministra del Interior, Carolina Tohá, apuntó que "había posibilidad de lograr este entendimiento en fases anteriores de la tramitación. No fue así y por eso el Presidente de la República decidió vetar. Y los gallitos de triunfo para nosotros o para ellos creemos que no es una manera de enfrentar estos temas que contribuya".
A pesar del resultado favorable para el Ejecutivo, las votaciones reflejaron también el desmarque del Partido Comunista: los senadores Daniel Núñez y Claudia Pascual rechazaron las penas de presidio para ocupaciones con daños y para aquellas usurpaciones no violentas, al tiempo que se abstuvieron en otras siete observaciones que mayoritariamente hacían cambios formales.
En tal sentido, la jefe de gabinete declaró que "también debiera despejarse, a propósito de esa votación, sin perjuicio de que nosotros hubiéramos preferido que fuera favorable a todas las observaciones, lo que se dijo alguna vez que en el fondo este veto había sido digitado por el Partido Comunista, ha quedado demostrado que no era así".
"Lo que esperamos es que de todos los sectores se pueda entender las razones de este veto y se puede avanzar en su aprobación. Nosotros esperamos que en la Cámara de Diputados pase eso y que tengamos una tramitación rápida para que rápidamente también tengamos en aplicación esta ley", sentenció Tohá.
En El Diario de Cooperativa, el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, relevó hoy que "tras el debate que se generó en la Comisión (de Seguridad) esta semana, donde se pudo analizar el veto presentado por el Presidente de la República, y ya dejando de lado los eslóganes, el Senado apoyó la propuesta, porque creo que los argumentos que esgrimimos son sólidos respecto a la necesidad de tener una legislación que, por una parte, entregue herramientas adecuadas, oportunas, rápidas, para el establecimiento del imperio del derecho en el caso de la comisión de estos delitos, pero que, al mismo tiempo, recoja la diversidad de situaciones que se produce en el marco de las usurpaciones que hay en Chile".
Asimismo, desdramatizó el descuelgue de los senadores comunistas: "Vamos a seguir dialogando con todos los actores, tanto del oficialismo como de la oposición, en la Cámara de Diputados, con el objeto de que los argumentos esgrimidos por el Gobierno sean considerados a la hora de que las bancadas voten. Hemos señalado que necesitamos de una ley moderna que entregue herramientas para el restablecimiento del imperio del derecho".
Además, agregó que "el argumento de quienes se oponían a la postura del Gobierno era que había sido un veto que había sido resultado de la presión de un partido en particular. Y ese partido no apoyó la totalidad del veto, lo que da cuenta de que muchas de las cosas que se han dicho por parte de la oposición respecto al veto son absolutamente infundadas".