Según un estudio publicado en Nature, la Tierra ha perdido suficiente agua subterránea para afectar notablemente el eje de rotación del planeta. Se estima que el agua neta perdida de los depósitos subterráneos entre 1993 y 2010 supera los 2 billones de toneladas.

Los investigadores han calculado que esto ha causado un desplazamiento del Polo Norte geográfico a una velocidad de 4,36 centímetros por año. Los resultados del estudio fueron publicados el 15 de junio en Geophysical Research Letters.

Un movimiento oscilante de la Tierra

La inclinación del eje de rotación de cualquier objeto celeste tiende a ser estable. Sin embargo, pueden producirse cambios pequeños cuando grandes masas se desplazan dentro del planeta y en su superficie. «Cada masa que se mueve en la superficie de la Tierra puede alterar el eje de rotación», le señala a Nature, Ki-Weon Seo, un geofísico de la Universidad Nacional de Seúl.

Los astrónomos pueden seguir estos movimientos en el eje de la Tierra observando cuásares, que son los brillantes centros de galaxias distantes y se consideran puntos de referencia prácticamente inmóviles. El cambio más significativo en el eje ocurre de manera estacional y se debe al movimiento de las masas atmosféricas a medida que cambian el clima y las estaciones. Este efecto provoca oscilaciones de varios metros en los polos geográficos de la Tierra cada año.

Aguas subterráneas

Los cambios en las masas de agua pueden generar alteraciones más pequeñas pero aún medibles en la inclinación del eje terrestre. Hasta hace poco, se pensaba que estos efectos causados por el agua se debían principalmente al derretimiento de glaciares y casquetes de hielo. Sin embargo, cuando Seo y sus colaboradores intentaron modelar el contenido de agua de la Tierra para explicar el grado de inclinación del eje, no pudieron hacerlo completamente. Seo comenta a Nature que agregar los efectos de los cambios en los depósitos superficiales no ayudó, por lo que concluyó que «probablemente uno de los efectos sea el agua subterránea«.

Las encuestas gravitacionales han medido la disminución de los depósitos subterráneos, causada en gran parte por el riego agrícola, especialmente en el noroeste de India y el oeste de América del Norte. Estas encuestas demuestran que el bombeo de agua subterránea ha desplazado suficiente masa hacia los océanos, lo que ha provocado un aumento del nivel del mar de 6,24 milímetros entre 1993 y 2010.

Al incluir estos cambios en su modelo, los autores del estudio calcularon que tendrían un impacto sustancial en el eje de rotación de la Tierra. Predijeron que el desplazamiento del agua subterránea, por sí solo, provoca un desplazamiento del Polo Norte de 4,36 centímetros por año, aproximadamente en dirección a las islas de Novaya Zemlya en Rusia.