La campaña de vacunación contra la influenza en la región alcanza al 04 de agosto, un 77,3% de cobertura, que da cuenta de 600.684 personas beneficiadas. El porcentaje de rechazo, en tanto, sólo alcanza el 0,2%.

Hay que recordar que la influenza corresponde a una enfermedad respiratoria aguda, la cual se traduce en un aumento en la demanda de atención ambulatoria y hospitalaria, además de mortalidad especialmente en grupos de riesgo.

Por Servicio de Salud, el proceso es liderado por las comunas bajo jurisdicción del SS Arauco, con 85,3% y 69.611 personas inmunizadas; seguido por SS Talcahuano, con 80,2% y 137.943 dosis administradas; SS Concepción, con 75,4% y 232.578 beneficiados y SS Biobío, con 74,5% y 160.552 inmunizaciones.

Por público objetivo, el personal de salud privado, los trabajadores de la educación y los criadores de cerdos y pollos superaron la meta proyectada del 100%; seguido por el personal de salud público (93,6%), las personas con enfermedades crónicas de 11 a 64 años (90,8%), los escolares de 5 a 10 años (85,3%) y los niños y niñas de 6 meses a 5 años (74,2%).

“Si bien la Campaña de vacunación contra la influenza supera el 77% de cobertura, es importante que las personas mayores y embarazadas, que presentan un menor avance, puedan acceder a la vacuna, en forma gratuita e independiente de su previsión, en la red de salud o en los puntos extramurales que habilitamos cada día como Autoridad Sanitaria”, declaró el Seremi de Salud del Biobío, Dr. Eduardo Barra Jofré. 

“Debido a que la Influenza A es el segundo virus de mayor circulación en la región, tras el virus respiratorio sincicial, y que persiste una alta hospitalización por enfermedades respiratorias, con una ocupación  general de camas No Covid-19 en la red pública y privada de salud del 82,5%, es vital seguir fortaleciendo las medidas de prevención y superar el umbral del 80% de cobertura, lo que derivará también en una mayor inmunidad a nivel general”, agregó el Seremi.

Entre las medidas de prevención destacan: taparse la boca al estornudar o toser, evitar el contacto de niños o adultos mayores con personas enfermas, lavarse constantemente las manos, evitar lugares concurridos, controlar los cambios bruscos de temperatura, evitar en lo posible la contaminación intradomiciliaria, y por, sobre todo, poner al día la vacunación.