Este domingo 11 de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Próstata, enfermedad que, según estadísticas, afecta a más de 1,2 millones de personas en el mundo.

La fecha se creó para sensibilizar y concientizar a la población masculina acerca de la importancia del diagnóstico precoz y la aplicación del tratamiento respectivo.

El cáncer de próstata se origina por un crecimiento descontrolado de las células de la próstata, que es una glándula con forma de nuez ubicada debajo de la vejiga y delante del recto en los hombres. Es la encargada de producir el líquido seminal que nutre y transporta el esperma.

Aunque a diferencia de otros tipos de cánceres esta patología no está asociada a un estilo de vida y hábitos poco saludables -como el tabaquismo-, sí puede influir la obesidad y los factores de riesgo importante para su aparición son la edad y los antecedentes familiares.

Las revisiones anuales son fundamentales para detectar a tiempo el cáncer de próstata.

Aunque es probable que no existan síntomas, el especialista en urología se encargará de explorar y diagnosticar a través de un chequeo del aparato urinario.

Actualmente se busca fomentar los exámenes preventivos en hombres sobre los 40 años que tengan antecedentes familiares de la enfermedad, a todos los varones sobre los 50 años con una evaluación física mediante el tacto rectal y la medición de valores en sangre denominada Antígeno Prostático Específico (APE).

ARMAS TERAPÉUTICAS

Existen distintos tratamientos cuando el cáncer está confinado a la próstata, donde la mayoría tienen efectos secundarios indeseables como la incontinencia y la impotencia sexual.

Hay casos en los que los tumores que no se tratan y, simplemente, se controla su evolución.

En otros, si el paciente tiene un tumor localizado, se procede a una intervención quirúrgica.

Uno de los tratamientos que ha revolucionado la industria médica es la braquiterapia, procedimiento que consiste en la implantación en la próstata de semillas radioactivas del tamaño de un grano de arroz dirigidas directamente a la glándula prostática destruyendo al tumor, reduciendo al mínimo los efectos no deseados en el tejido y órganos sanos que lo rodean.

Esta nueva terapia, que en Chile está disponible tanto en Fonasa como Isapres con en el sistema GES, tiene una efectividad sobre el 90%.

De hecho, hay estudios de seguimiento por más de 15 años que acreditan sus ventajas comparativas respecto a otros tratamientos del cáncer de próstata localizado, según Felipe Balbontín, urólogo y director de la Corporación Chilena contra el Cáncer de Próstata.

"Esta radiación se utiliza cuando el cáncer de próstata está localizado y, a diferencia de la radiación externa, tiene una mayor tolerancia y produce un efecto más profundo sobre el tejido prostático. El procedimiento, que es ambulatorio y minimiza los riesgos de impotencia sexual, en comparación con la cirugía y la radioterapia externa, dura alrededor de una hora y media, y se implantan entre 100 y 120 semillas", detalló el galeno.